El Ayuntamiento de Valencia ha instalado tres placas conmemorativas en memoria de los valencianos asesinados por el grupo terrorista GRAPO. Un recuerdo ubicado en las proximidades de los lugares donde fueron asesinados.
Los tres ciudadanos valencianos asesinados fueron Antonio Castelló Vital, asesinado a manos de la banda terrorista GRAPO el 26 de enero de 1979. Acto que tuvo lugar en la sucursal del Banco Central en València, sita en la antigua Calle Onésimo Redondo, 148 (actual avenida de Peset Aleixandre). En segundo lugar, hacen homenaje a Emilio García Martínez, asesinado por la banda terrorista GRAPO el 19 de abril de 1983. Murió en un aparcamiento privado de la calle de Eduardo Soler y Pérez, a la altura de la plaza del Doctor López Ibor. Finalmente Juan Antonio Pérez Herrero, asesinado el 18 de mayo de 1990 en la Sociedad de Intermediarios Financieros. Está situada en el primer piso del número 58 de la Calle Colón, València. En este caso, la muerte se cerró sin que pudiera determinarse la autoría del grupo que perpetró el crimen.
Tras recibirse la petición de la asociación COVITE, el gobierno municipal acordó la realización y la colocación de las placas conmemorativas por un importe económico de 2.722,50 euros (IVA incluido).
De hecho, ya el año pasado se llevó a cabo una acción similar de memoria y homenaje, en ese caso hacia las víctimas del grupo terrorista ETA en la ciudad. El pasado mes de julio, en coincidencia con el aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, el Ayuntamiento de València instaló tres placas conmemorativas en la vía pública. Una en memoria de Josefina Corresa, de José Edmundo Casañ, y de los profesores de la Universitat de València Manuel Broseta, Ernest Lluch y Francisco Tomás y Valiente.












