El último adiós al subinspector Blas Gámez se celebró ayer en Valencia. A él asistieron su viuda y sus hijos que despidieron al agente de 51 años asesinado en el barrio de Russafa mientras investigaba el crimen de la maleta.
Autoridades policiales y políticas, encabezadas por el ministro del interior Juan Ignacio Zoido también asistieron a la capilla ardiente instalada en el cuartel de Zapadores.
Gámez fue acuchillado por un hombre de nacionalidad sueca que fue posteriormente abatido a tiros en el portal del principal sospechoso de este crimen.
El agente fallecido ha sido condecorado con la medalla al mérito policial a título póstumo. El funeral se ha celebrado, con total solemnidad, en la catedral de Valencia.