(SONIA GARCÍA).- Se abandona la desinfección de las calles. Valencia ha dejado de fumigar la vía pública tras las recomendaciones de la OMS. Después de un año desinfectando las calles, se ha demostrado que es una práctica inútil. No solo no evita la transmisión del coronavirus, sino que puede provocar problemas de salud.
Ya no veremos a los equipos de limpieza fumigando con desinfectante en aerosol. Al principio de la pandemia, incluso los trabajadores hacían uso de EPI’S para garantizar la máxima protección.
La Organización Mundial de la Salud ha confirmado que se han dado cero casos por transmisión por superficies. Además, concluye que la tarea es inútil ya que el desinfectante se ve anulado por la suciedad. Por eso en Valencia han decidido dejar de desinfectar con lejía la calle.
Algunos epidemiólogos y expertos ya avisaban y sentenciaban esta acción de “teatro de higiene”. Incluso podría provocar irritación de ojos y la piel, broncoespasmos o problemas gastrointestinales.
Con la experiencia se ha resuelto una de las incógnitas del coronavirus: se transmite mediante los aerosoles y no por la superficie. Sin embargo, sigue siendo recomendable desinfectarse bien las manos y también las superficies interiores como en el trabajo o en los centros educativos.