Valencia ha recuperado dos chimeneas industriales que formaban parte de la zona fabril que tuvo la ciudad a principios del siglo XX en la marginal izquierda del cauce del Turia, entre la Alameda y la avenida de Baleares.
El Ayuntamiento ha restaurado estos dos Bienes de Relevancia Local (BRL) «con el fin de reparar los daños sufridos en su más de un siglo de historia, prevenir deterioros irreversibles, y preservar estos elementos históricos y simbólicos vinculados al pasado industrial de nuestra ciudad», ha explicado hoy el concejal delegado de Cultura, José Luis Moreno.
La intervención se ha ejecutado con un presupuesto superior a los 300.000 euros. Además de las reparaciones, se ha mejorado la iluminación ornamental y ha instalado señalética con carácter divulgativo sobre las chimeneas históricas.
Moreno ha visitado hoy estos dos monumentos, construidos en su día para evacuar el vapor que utilizaban para generar energía una antigua destilería y una extinta fábrica de papel. El concejal ha recordado que las chimeneas industriales a mediados de los años 80 y con la aprobación de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano pasaron a considerarse como patrimonio a conservar por reunirse en ellas valores históricos, estéticos y culturales.
DÓNDE SE UBICAN LAS DOS CHIMENEAS
En primer lugar, Moreno ha visitado la chimenea que perteneció a la destilería de la Unión Alcoholera Española. Esta forma parte de un conjunto de dos pertenecientes a la citada industria y construidas en la década de 1920-1930, en los jardines centrales del Paseo de la Alameda, a la altura del Parque Gulliver.
En esta actuación se han restaurado los ladrillos, que han recuperado su cromatismo original que le es característico. También se ha intervenido en las causas de su patología para asegurar el buen estado del elemento durante un largo periodo de tiempo.
Seguidamente, José Luis Moreno ha visitado la chimenea helicoidal de la antigua fábrica de papel Layana. Esta data de 1903, mide 38 metros de altura y está situada en la calle Octavio Vicent del barrio de Penyarroja. «En este caso, los trabajos de restauración se han llevado en seis meses», ha explicado el concejal.
