La Policía Local decomisa una tortuga exótica invasora en la playa de la Malvarrosa. Es un reptil que presenta un aspecto inofensivo y unas características manchas rojas en ambos lados de la cabeza. Considerada por la legislación medioambiental como una especie exótica invasora, que amenaza la diversidad biológica de la Comunitat Valenciana. Se trata de la conocida como tortuga Jicotea o galápago de Florida.
El animal tiene unos 30 centímetros de tamaño, llamó la atención de la unidad policial, ya que no es una especie habitual en nuestras aguas. Los agentes interrogaron al hombre sobre la procedencia de la tortuga y éste les aseguró que la había recogido de la orilla para dársela de comer a sus perros. Los funcionarios de la Unidad de Playas le indicaron que se trataba de una tortuga Jicotea, una especie exótica invasora.
El poseedor del animal se negó a entregarlo, se resistió, y tras un forcejeo, fue detenido por un presunto delito de atentado contra un agente de la autoridad. El reptil, de unos 20 años de edad aproximadamente, fue depositado en el Centro de Recuperación de Fauna ‘La Granja’ de El Saler. Como suele suceder, una vez crecen y aumentan de tamaño, estos animales exóticos son abandonados en las cercanías de playas, ríos y otras zonas húmedas.
La tortuga Jicotea, según alerta el Ministerio de Transición Ecológica, “es una de las 100 especies exóticas invasoras más perjudiciales”. En tierras valencianas se reproduce con facilidad en zonas húmedas y en los suelos arcillosos de los campos de naranjos. Compite con los galápagos autóctonos ibéricos, ya que alcanza tallas superiores y una mayor reproducción, y se alimenta de plantas y todo tipo de pequeños vertebrados e invertebrados. Además de contribuir a la expansión de enfermedades y parásitos entre la fauna autóctona, el galápago de Florida es un vector potencial de salmonella sobre la salud humana.