Una tirita consigue detectar cáncer, infartos o hemorragias. A través de un dispositivo colocado en el interior de una tirita tecnológica, se realiza un mapeo tridimensional de la hemoglobina en tejidos profundos. Esto permite detectar de forma precoz varias patologías.
El parche es portátil y flexible, adhiriéndose a la piel con un diseño sencillo y cómodo. Permite una monitorización no invasiva a largo plazo. A través de un mapeo tridimensional de la hemoglobina contenida en la sangre, otorga una resolución espacial submilimétrica en tejidos profundos, hasta centímetros debajo de la piel.
A pesar de ser un dispositivo eléctrico, su funcionamiento no desprende grandes dosis de calor, llegando a alcanzar una temperatura máxima de 36 grados centígrados. El parche fotoacústico genera tanto calor como las matrices en fase de ultrasonido, pero dentro de los márgenes de seguridad.
Hasta ahora, el parche fotoacústico solo detecta la hemoglobina. Pero a través de su tecnología puede extenderse potencialmente para monitorear muchas otras biomoléculas endógenas, como melanina, glucosa, lípidos, citocromo, ácido nucleico y proteínas. Para los órganos viscerales, como corazón, por ejemplo, se necesita que la longitud de onda aumente, algo en lo que se está trabajando desde Verasonics. Igualmente, descubrir lo antes posible el cáncer en una persona, ayudará a salvar vidas en un futuro.