Una simple señal de tráfico en valenciano acaba en el Tribunal Supremo, se trata de una placa circular en el municipio de Bellreguard. Un vecino aparcó el coche en el lado equivocado, sin percatarse de la señal en valenciano que le indicaba que tenía que retirar el coche al día siguiente. La placa indica que estaba prohibido aparcar en años pares. La grúa se llevo el vehículo y el dueño tuvo que pagar una multa para recuperarlo.

El conflicto empieza porque la señal de tráfico está rotulada exclusivamente en valenciano. Dice prohibido aparcar en «any parell». Entonces el vecino interpuso una queja al Síndic de Greuges.

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana resolvió en contra del Ayuntamiento de Bellreguard. Obligando a poner las señales en castellano o en castellano y valenciano.

El conflicto sigue porque el Ayuntamiento puso un recurso al Tribunal Supremo. El consistorio argumenta que el Reglament Municipal d’Ús del Valencià de Bellreguard da preferencia al uso del idioma propio en una localidad valencianoparlante. La resolución definitiva podría crear jurisprudencia, de manera que sería de aplicación en el conjunto del Estado. Podría traer consecuencias en miles de municipios que mantienen señales unilingües como esa, sin rotulación en castellano.