Un cliente anónimo deja una propina de más de 13.400 euros en un restaurante de Londonderry, un pueblo estadounidense. Lo curioso es que el valor de la comida era de 31 euros, comió dos perritos calientes y algunos cócteles.

El dueño del restaurante asegura a NBC ha estado trabajando en esto durante mucho tiempo y «nunca pensé que me pasaría algo así«. El propietario pensó que había leído mal el recibo, pensó que era un error en la ortografía.

El propietario del restaurante quiere dividir la propina entre los 12 empleados que trabajaron ese día. Cada uno se llevará alrededor de 1.090 euros. Los trabajadores estaban muy agradecidos por la amabilidad del cliente. Según afirma un empleado, la pandemia ha obligado a cerrar a más de 110.000 restaurantes y bares el año pasado.