Ruth Shuster es una empleada de McDonald’s que ha cumplido 100 años, un trabajo que le da la vida ya que no quiere jubilarse. En una entrevista de televisión asegura que no se siente diferente al resto. Esta celebración ha causado tanto revuelo que la empresa ha puesto en marcha un buzón para dejarte tarjetas de felicitación, es la primara vez que sucede con una una empleada de McDonald’s.
Shuster vive en North Huntingdon, Pensilvania, empezó a trabajar en la cadena de restaurantes en 1994, cuando tenía 73 años. Ha manifestado que se quedó viuda cuando tenía 50 años «he estado trabajando siempre, siempre, desde entonces. Me gusta trabajar». La protagonista de esta historia muestra una gran vitalidad con su uniforme negro.
Su trabajo consiste en saludar a los clientes y limpiar mesas tres días a la semana, pero ahora con la pandemia, lamenta que no puede hacerlo como antes. Recuerda en especial los viernes, cuando recibían a los clientes cantando ‘You are my sunshine’ (‘Tú eres mi sol’) y bailando. «No se puede bailar en ninguna parte. No hay bailes».
Allí en Estados Unidos no hay límite para jubilarse, una acción que consigue dar vida a la gente que todavía se siente útil. También es una forma de integrar a los más mayores con las generaciones más jóvenes, así unos aprenden y otros se sienten útiles.