La ópera prima de la directora Lucía Casañ, ‘Un bany propi‘, se ha alzado con el favor del público en la primera edición del MARERE FILM FESTIVAL, el primer galardón que ‘Un bany propi’ se lleva a casa.
«Es el premio que más ilusión me hace porque viene de parte del público. Que Antonia haya llegado al corazón de los que la han visto en las salas no me puede gustar más», ha destacado su directora.
El Marere Film Festival cerró con éxito su primera edición celebrada en el Cine Jayan de Xàbia, poniendo fin a seis días de intensas proyecciones donde ‘Un Bany Propi’ de Lucía Casañ conquistó al público con su particular universo, en una sala de cine que resiste tras 65 años abierta.
El nombre del festival ‘Marere’ es un homenaje a Angelita, fundadora del Cine Jayan y figura clave en la historia cultural de Jávea. Su nieta intentaba llamarla ‘Mare’ cuando era pequeña, pero al no poder pronunciarlo bien, terminó llamándola ‘Marere’. Así, ese apodo cariñoso se convirtió en parte de su identidad familiar y hoy da nombre a este festival, en reconocimiento a su legado y al amor por el cine que ha pasado de generación en generación.
ASÍ ES ‘UN BANY PROPI’
‘Un bany propi’ es una historia inspirada en los textos de Virginia Woolf, autora a la que el título hace alusión, y en especial a un párrafo de ‘Una habitación propia’ que impresionó a la directora en el que Virginia relata que en el mismo año que se aprobó el Sufragio Universal (1916) recibió una pequeña herencia. Woolf aseguraba que entre el derecho a votar y el dinero, prefería lo segundo. Un germen que Lucía Casañ aprovecha para reflexionar en esta, su primera película.
Su protagonista, Antonia (Nuria González), es una mujer de mediana edad que trata de escapar de las tareas domésticas y las responsabilidades conyugales. Donde brilla representando a todas las Antonias que hay en nuestras vidas a las que la falta de recursos propios les impidió ocupar un lugar y de forma menos metafórica la de todas esas actrices que parece que dejan de existir al llegar a determinada edad.
Una historia llena de ternura y magia a la que la directora se aproxima con una delicadeza exquisita y un personaje protagonista del que enamorarse.