La tensión por los pisos turísticos y la turismofobia continúa en Valencia. El auge de estos negocios, el problema del acceso a la vivienda por los altos costes y la limitada oferta de inmuebles ha hecho que numerosos valencianos se movilicen contra esta actividad turística que en algunas ocasiones ha llevado al acoso de los propios viajeros y la realización de escraches.
La patronal de viviendas turísticas Aptur denunciaba hace pocos días la realización de pintadas en diversos bajos turísticos de la ciudad. En concreto se denunció ante la Policía Nacional a dos personas que habían señalado los locales.
Estas se sumaron a las denuncias realizadas por los propietarios de algunos apartamentos turísticos ubicados en plantas bajas cuando encontraron orines en las puertas y cerraduras con silicona. Además, se increpó a diversos turistas alojados en estos espacios y desconocedores de la tensión existente llevando incluso a dos de ellos a decidir abandonar la estancia.
Preguntada sobre la tensión, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha asegurado comprender las «molestias» que genera en la convivencia este tipo de negocios pero ha matizado que los escraches no son la solución y ha avanzado estar trabajando en el problema.
«Creo que los escraches nunca han sido una buena medida de persecución sobre una actividad. Entiendo la sensación de molestia que genera sobre la convivencia alguna actividad irregular, pero creo que hay medidas y fórmulas de hacerlo mejor que haciendo este tipo de escraches que considero que en ningún marco ni en ningún contexto creo que son justificables», ha señalado.
CATALÁ APOSTARÁ POR MEDIDAS URBANÍSTICAS PARA CONTROLAR LOS PISOS TURÍSTICOS IRREGULARES
En cuanto a las denuncias, Catalá ha explicado que son entre particulares y se realizan en el marco de un procedimiento civil donde el Ayuntamiento de Valencia no participa. «Es una denuncia entre particulares donde no nos vamos a meter, nosotros vamos a trabajar en medidas de carácter urbanístico para medir y limitar esta actividad que está generando molestia en la ciudad y que tenemos que regular como todas las grandes ciudades están haciendo».
«Estamos reflexionando sobre cómo ordenar el tema de los apartamentos turísticos, especialmente los irregulares. Queremos apostar por un turismo sostenible, el modelo desde luego siempre es la actividad legal y estamos dándole una buena pensada a cómo limitar la saturación que hay en algunas zonas de la ciudad y a cómo perseguir con toda la contundencia del mundo la actividad irregular», remarcaba.
Catalá ha recordado que actualmente hay cuatro nuevos equipos de inspección para detectar los pisos turísticos irregulares. Además, ha avanzado que aplicarán medidas de carácter urbanístico «para limitar, controlar y regular la actividad».
«Todas las grandes ciudades tenemos este fenómeno que hay que intentar medir, valorar y controlar. Nuestro modelo es de turismo sostenible y de calidad, y en ese modelo no cabe una actividad desmesurada e ilegal«, zanjaba la alcaldesa.