El Ministerio de Transportes ha ratificado hoy su voluntad de dar respuesta a las necesidades futuras de demanda de los aeropuertos de Alicante-Elche Miguel Hernández y Valencia, siempre siguiendo criterios técnicos y con el máximo respecto al medioambiente. El Gobierno se abre así a la posible ampliación del aeropuerto valenciano pero no en un corto plazo y habría que esperar hasta 2027.
En el Comité de Coordinación Aeroportuaria de la Comunidad Valenciana, el Ministerio ha confirmado que se analizan las necesidades de las terminales de ambas infraestructuras para planificar mediante Aena las inversiones que se puedan precisar según la evolución de la actividad.
El objetivo es dar respuesta a la demanda de tráfico futura y garantizar así el desarrollo de los aeropuertos en el medio y largo plazo. La intención es definir las necesidades a tiempo de manera que se puedan proponer las inversiones correspondientes en el Documento de Regulación Aeroportuaria (Dora) que entrará en vigor en 2027.
En este punto, señalan que tanto la segunda pista del aeropuerto de Alicante como la ampliación del aeropuerto de Valencia están contempladas en el plan director y las inversiones «se llevarán a cabo cuando sea necesario» y los técnicos determinen.
Buena evolución
Los aeropuertos de Alicante-Elche Miguel Hernández y Valencia han registrado una sólida recuperación de su actividad tras pandemia. El Aeropuerto de Valencia alcanzó un registro histórico en 2023 con 9,9 millones de pasajeros.
La distribución del tráfico fue del 29% para el nacional y del 71% para el internacional, todo ello respecto a la operativa comercial. En cuanto al tráfico internacional, el 67% se concentra en cinco mercados: Italia, Francia, Alemania y Reino Unido y Países Bajos.
El Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández cerró 2023 con 15,7 millones de pasajeros registrados, 4,6% más que en 2019. El tráfico nacional supuso el 14% del tráfico comercial (frente al 11% del 2019).
En cuanto al tráfico internacional, con un 86% de la operativa comercial, el principal mercado fue Reino Unido, que supuso el 40% de los pasajeros internacionales, aunque aún por debajo del 45% que representaba antes de la pandemia.
