La estabilidad continúa en Valencia que se prepara para un ascenso térmico. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) prevé que las temperaturas suban progresivamente a partir de este miércoles con máximas que podrían llegar hasta los 22º.
Sin embargo, a partir del jueves volverán las alertas. En esta ocasión será el viento el que active el nivel de emergencias amarillo en el interior de Valencia por rachas que pueden alcanzar los 80 km/h en las horas centrales del día.
MIÉRCOLES 18
Cielo poco nuboso o despejado, con intervalos de nubes altas. Temperaturas en ascenso notable con máximas de 20-22º en el litoral y 17-22º en el interior. Viento flojo de componente oeste.
JUEVES 19
Cielo con intervalos nubosos. No se descartan precipitaciones débiles y dispersas en el interior durante la segunda mitad del día. Temperaturas en descenso en el interior y en ascenso en el litoral hasta los 22-23º en la ciudad de Valencia. Viento moderado del oeste, con rachas muy fuertes en el interior activándose la alerta amarilla de 10:00 a 15:00 horas.
VIERNES 20
Predominio de cielo poco nuboso, con intervalos nubosos en el interior norte por la mañana. Temperaturas en descenso notable hasta los 12-15º en el interior y 17-18º en el litoral. Viento moderado del noroeste en el tercio norte, ocasionalmente fuerte y con rachas muy fuertes; en el resto, viento flojo del oeste, con intervalos de intensidad moderada la primera mitad del día.
SÁBADO 21
Cielo poco nuboso, con intervalos de nubes bajas en el interior norte a primeras horas. Temperaturas mínimas en descenso hasta los 2º en el interior y 5º en el litoral de Valencia; máximas sin cambios. Heladas débiles en el interior. Viento moderado del noroeste en el norte de Castellón, con rachas muy fuertes en el interior de madrugada; flojo de dirección variable en el resto.
DOMINGO 22
Con diversos escenarios posibles, es probable que predomine un tiempo anticiclónico estable con máximas que volverán a subir hasta los 20º. No obstante, la probable formación de una DANA al suroeste peninsular, unido a bajas presiones al norte de África, abre la posibilidad de producirse precipitaciones sobre áreas mediterráneas, que de darse no se descartan localmente abundantes.