Valencia ha sido uno de los puntos clave en la celebración del Día Internacional de la Mujer. Centenares de personas salieron el domingo a alzar la voz en favor de la igualdad de derechos, un asunto político y social pero también cultural.
Precisamente en el Ayuntamiento de Valencia la cultura tiene nombre de mujer. Gloria Tello es la encargada de liderar esta concejalía, un cargo que ocupa desde 2015 y que actualmente compagina con la Diputación de Valencia donde es diputada provincial.
Presidenta del Palau de la Música y diputada de Teatros y del Museu Valencia de la Il·Lustració i de la Modernitat (MuVIM), Tello es el rostro de la cultura de la ciudad. Hoy nos desvela todas las novedades de este sector y habla de la importancia de impulsar la igualdad desde el ámbito cultural de las ciudades.
1. Venimos de celebrar el Día Internacional de la Mujer una iniciativa en el que la cultura valenciana se ha volcado de lleno, ¿Qué acciones se han llevado a cabo?
Asistimos a un fenómeno reciente que está cambiando nuestra forma de entender la sociedad. El feminismo, aún con sus múltiples interpretaciones, ha conseguido impregnar a la sociedad con un sentido de la justicia social en torno al género que es enormemente valioso. Si bien el fenómeno siempre había estado latente, nunca antes se había manifestado con tanta fuerza. No podemos obviar esta situación si aspiramos a una sociedad justa. Lo entiendo así como mujer y como demócrata.
Además, por un sentido general de la justicia, me parece natural que la mujer reclame un mayor protagonismo en la sociedad. La desigualdad de género no es una invención oportunista, es una realidad abiertamente reconocida, en cuya solución estamos cada vez más implicadas mujeres y hombres. Así que, me parece tremendamente lógico que se aborde desde todas las perspectivas posibles, y como no podía ser menos, desde la cultura y la educación, donde tenemos un papel crucial.
«LAS MUJERES NO DEBEMOS VIVIR CON SILENCIOS QUE SE ENQUISTAN Y PERPETÚAN VALORES YA SUPERADOS»
En Valencia disponemos de un espacio que ha sido enormemente permeable a estas inquietudes, el MuVIM, un equipamiento donde las mujeres han ido ganando espacio y acción. Precisamente se han inaugurado tres exposiciones en el MuVIM protagonizadas por mujeres artistas que han abordado la urgencia de abrir este debate con sus particulares herramientas: la cultura y el arte.
2. ¿Por qué es importante que desde la cultura también se apueste por el Día de la Mujer más allá del movimiento político y social?
Lo he adelantado un poco antes. La cultura es permeable a las pulsiones sociales. Si nuestra sociedad tiene un problema de equidad de género lo deberemos abordar desde todos los ámbitos de acción que le afectan: desde la economía, tratando de equiparar salarios o atendiendo a las necesidades propias de las mujeres; desde la educación, transmitiendo valores de equidad y justícia; desde la sociología, apostando por una interpretación de la sexualidad no exclusivamente patriarcal; y por supuesto, desde la cultura, que para mi sería el gran cajón donde se pueden ilustrar todas estas inquietudes que nos afectan con las disciplinas que le son propias: el arte, la música, las artes escénicas…
La cultura actuaría como una navaja suiza, surtida de herramientas que nos ayudan a operar sobre problemas concretos. Las soluciones no han de venir necesariamente de la cultura pero sí que podemos ser propiciadores de los cambios de paradigma que necesitamos.
4. Usted se mueve en el ámbito cultural pero desde el sector de la política que hasta hace poco era “un mundo de hombres”, ¿Es complicado?
En la acción política, y también en la cultural, cada vez encuentro menos separación o discriminación por cuestiones de género. Puede quedar algún resquicio de discriminación, no lo dudo, pero al menos en mi entorno no lo detecto, o está tan diluido que no merece la pena ni mencionarlo.
Creo que los nuevos gobiernos de progreso hemos podido asentar en poco tiempo una nueva perspectiva en la forma de trabajar y hacer las cosas. Creamos equipos de gestión, donde a las personas se las valora por lo que hacen o por lo que dicen, nunca por su condición de género. Hoy podemos tener liderazgos políticos fuertes en manos de mujeres, y creo que por fortuna, a nadie le parece ya una cosa extraña.
5. Hablemos de cultura y del MuVim. Se ha especulado mucho sobre su futuro, ¿En qué estado se encuentra y a dónde se dirige?
El MuVIM es, a parte de un centro emblemático de la ciudad, el museo con más visitantes por año en Valencia. Nunca he entendido cierta animadversión de algunos medios hacia este espacio, que por otra parte cumple una clara función social y cultural.
El MuVIM se autodefine como un museo de las ideas, con la base de su exposición permanente, que es una de las más visitadas y valoradas por la comunidad escolar. Con todo, percibo que el museo se encuentra en buena sintonía con la sociedad y que es receptivo y proactivo a las inquietudes de la calle a través de sus exposiciones y actividades culturales. Vamos a intentar mantener este rumbo y una navegación de crucero que nos resulte cómoda a equipos de gestión a nuestro público objetivo.
6. ¿Se descarta entonces el ser subsede del IVAM como se habló hace unos meses?
No entra en mi imaginario de posibilidades. Para nada.
7. Acaba de presentar un nuevo proyecto para Valencia: Ribes Espai Cultural, ¿En qué va a consistir y qué ofrecerá a los valencianos?
Ribes Espai Cultural pretende ganar infraestructuras culturales para el barrio de Russafa y el entorno del Parque Central. Estamos terminando de adecuar el equipamiento, al cual vamos a dar un uso polivalente para que los vecinos de Russafa vean aumentada su oferta de ocio y cultura.
8. ¿Podría ser el sitio definitivo para establecer el Teatro Escalante?
Me gustaría matizar mi respuesta. El Teatro Escalante viene de una situación desesperada. Una situación que comparte con otros equipamientos culturales de nuestra ciudad. Recordemos lo que supuso rehacer el trencadís del Palau de Les Arts, el del Ágora, o las deficiencias en el sistema de climatización del Palau de la Música. Resumidamente, durante los últimos veinte años se había puesto mucho énfasis en inaugurar edificios, y muy poco en mantenerlos en condiciones.
Creo que hemos de asumir otro tipo de responsabilidad respecto a la conservación del patrimonio cultural, buscar edificios que sean bonitos, sí, pero también operativos y funcionales, y sobre todo, no descuidar su mantenimiento. Lo que ocurrió con el viejo Escalante nos debería hacer reflexionar.
«EL ESCALANTE NO PUEDE SER UN TEATRO NÓMADA MUCHO MÁS TIEMPO»
Con el Escalante actual yo hablaría, sin ambages, de una doble línea de acción. Por un lado, hemos de buscar un espacio que pueda acoger una sede estable para el Escalante, con un mínimo de condiciones, y de manera urgente. No podemos ser un teatro nómada mucho más tiempo. Ribes puede cumplir muy bien esa función primera. Podría ser una magnífica base de operaciones del Escalante.
Luego, a más largo plazo, abriremos un foro entre las administraciones implicadas para decidir si hemos de construir un edificio singular de nueva planta. Pero estamos hablando de soluciones a dos tiempos. Y la segunda de ellas requiere un gran esfuerzo económico y un largo plazo de ejecución. No descuidemos ninguna de las dos opciones.
9. ¿Se baraja ya alguna posible fecha de apertura?
Desde luego no será este año, porque quedan aspectos técnicos en proceso de ajuste. Pero seguro que parte de la temporada 21 del Escalante ya la podremos disfrutar en el Ribes.
10. Para concluir, ¿Cómo imagina Gloria Tello el panorama cultural valenciano de los próximos años?
Aspiro a que la ciudadanía valore la cultura como un bien necesario y cercano. Yo entiendo que es un bien de primera necesidad, al que la reciente crisis ha tratado tan injustamente que su recuperación está siendo bastante costosa. Aun así, vislumbramos una revalorización general del concepto y de la querencia por la cultura, y un gran interés por seguir los numerosos eventos culturales que ofrece la ciudad de València.
La cultura tiene una poderosa razón de ser y ayuda a construir ciudadanía y democracia, valores que necesitan ser reforzados más que nunca. Hemos podido abrir el concepto de cultura descentralizada, con una mayor actividad en los barrios de la ciudad. También desde la Diputación, donde proyectamos la cultura hacia los municipios, con asesoramiento cultural, exposiciones itinerantes, conciertos de piano o de ópera, entre otros.
Detecto que todos estos esfuerzos están redundando en una mayor calidad de vida y aportan valor añadido a nuestra ciudad.