De los ‘Boomers’ a la ‘Generación Z’: así ha cambiado la sociedad valenciana en 75 años
Varias personas montan en bici por la Plaza del Ayuntamiento.

Las generaciones marcan los grandes cambios de la sociedad. Los Boomers (1949-1968) vivieron el auge económico de la posguerra; la Generación X (1969-1980) creció entre transformaciones culturales y los primeros grandes avances tecnológicos; posteriormente, los Millennials (1981-1996) experimentaron la era digital y la globalización; mientras la Generación Z (1997-2010) se convirtió en la nativa digital, moldeada por un mundo hiperconectado.

Cada una de estas generaciones ha enfrentado retos y oportunidades diferentes que han definido sus prioridades y estilos de vida durante años. El empleo, los estudios, el acceso la vivienda o las relaciones sociales, tanto sentimentales como familiares, han evolucionado a lo largo de los últimos 75 años y la ciudad de Valencia no es una excepción a todos estos cambios.

Estudios: de la pizarra al aprendizaje digital

Los Baby Boomers crecieron con una educación básica y estructurada, donde estudiar no siempre era una prioridad. Muchos optaban por trabajar desde jóvenes para ayudar a la familia. Por otro lado, la Generación X vivió la expansión del acceso a la educación secundaria y superior, aunque las opciones seguían siendo limitadas en comparación con la actualidad.

Para los Millennials, los estudios cobraron una importancia crucial en la búsqueda de un futuro profesional en un mundo competitivo, aunque muchos enfrentaron la carga de la deuda estudiantil. La Generación Z ha sido testigo de una digitalización total de la educación, con clases online y herramientas digitales, pero también de mayores desigualdades en el acceso.

Trabajo: del empleo estable a la incertidumbre laboral

Los Boomers recuerdan con nostalgia un mercado laboral más estable, donde muchos comenzaban a trabajar jóvenes en empleos que mantenían durante décadas. La Generación X fue testigo de una diversificación del mercado laboral, con más oportunidades pero también con el inicio de la precariedad.

Para los Millennials, la crisis económica de 2008 marcó un antes y un después, obligándolos a adaptarse a contratos temporales. Por su parte, la Generación Z enfrenta un mercado globalizado, altamente competitivo y con la necesidad de reinventarse constantemente a través de habilidades tecnológicas y la gran mayoría tener que buscarse la vida fuera del país.

Acceso a la vivienda: de la compra al alquiler

Adquirir una vivienda propia era casi un hito obligatorio para los Boomers, quienes podían lograrlo con salarios modestos y en menos tiempo. La Generación X comenzó a notar un aumento en los precios, pero aún era factible comprar una casa sin grandes dificultades.

Los Millennials enfrentaron una subida descontrolada de los precios inmobiliarios, lo que llevó a muchos a optar por el alquiler o incluso a vivir con sus padres hasta edades avanzadas. La Generación Z, por su parte, ve el acceso a la vivienda como un objetivo lejano, con precios inaccesibles y contratos de alquiler que no siempre garantizan estabilidad.

Amor: del cortejo tradicional al match digital

El amor y las relaciones han cambiado radicalmente. Los Boomers recuerdan un cortejo más formal y comunitario, mientras la Generación X comenzó a experimentar con mayor libertad y los primeros cambios en las estructuras tradicionales de pareja.

Con la llegada de los Millennials, el amor se diversificó. Surgieron las aplicaciones de citas, y las relaciones a distancia comenzaron a ser más comunes gracias a la tecnología. La Generación Z ha llevado la digitalización del amor al extremo, interactuando a través de redes sociales y priorizando la conexión emocional sobre los modelos tradicionales.

Familia: de los hogares numerosos a los núcleos pequeños

Las familias numerosas eran la norma para los Boomers, con hogares donde convivían varias generaciones. La Generación X vivió una transición hacia familias más pequeñas y urbanas, adaptándose a un estilo de vida más independiente.

Los Millennials, por su parte, se han enfrentado a la decisión de formar una familia en un contexto de inestabilidad económica, lo que ha retrasado la edad para tener hijos siendo los 35 años la media para iniciar una nueva familia. La Generación Z, en cambio, prioriza el desarrollo personal y profesional, lo que podría llevar a una nueva redefinición de la estructura familiar en el futuro.

Desde los Boomers hasta la Generación Z, los cambios en materia económica, laboral y social reflejan cómo ha evolucionado la sociedad valenciana y global en general a lo largo de los años. Sin embargo, si algo une a estas generaciones es su capacidad de adaptarse y buscar soluciones a los desafíos que enfrentan, dejando un legado de transformación constante para quienes vendrán.