Este verano las farmacias valencianas son la vía más rápida para tratar los síntomas menores. El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) ha informado de que la red de farmacias de la provincia de Valencia está plenamente consolidada como un referente de atención sanitaria cercano. Cada una de las 1.242 farmacias valencianas atendieron en 2019 a una media de 2.065 ciudadanos. Muchas de ellas, por su situación geográfica en pequeñas poblaciones de interior son el único referente sanitarios en kilómetros. El farmacéutico se convierte en una pieza clave en el cuidado de la salud de miles de pacientes que se encuentran en áreas despobladas.
Las farmacias se convierten en un punto clave durante el periodo estival por su proximidad y capacidad de los farmacéuticos como personal sanitario más cercano. No importa si se va de viaje a la costa o al interior. Durante las vacaciones las farmacias son la opción más socorrida en casos de necesidad al poder encontrarlas prácticamente en cualquier lugar. Gracias a las farmacias muchas veces no hace falta acudir al hospital cuando se trata de un problema que no reviste de gravedad.
La indicación farmacéutica cobra gran importancia a la hora de atender a aquellas personas que acuden a las boticas para que les asesoren en temas de salud. Los farmacéuticos dispensan ese medicamento sin prescripción médica que les permita seguir con sus vacaciones en el pueblo de toda la vida. Por ello, los farmacéuticos están listos y preparados para ofrecer la mejor atención a sus pacientes. En el caso de que fuera necesario, derivar el caso a un centro de salud. En este sentido, el presidente del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), Jaime Giner, destaca que esa labor farmacéutica contribuye “a la optimización de los recursos sanitarios para mantener la sostenibilidad del sistema nacional de salud”.
En la provincia hay 3.086 profesionales farmacéuticos a disposición del ciudadano para ofrecer consejo de salud a los pacientes. Siempre ayudan ante síntomas menores como acidez, cefalea, congestión nasal, diarrea, dolor de garganta, dolor menstrual o flatulencia. También ayudan a tratar el herpes labial, pie de atleta, síndrome catarral/gripal, tos y vómitos. Pueden ser perfectamente atendidos por un profesional farmacéutico que, en caso, de ver un agravamiento, derivará al profesional más adecuado.
Todo ello viene corroborado por el estudio INDICA+PRO que llegó a la conclusión de que se podría generar un ahorro de hasta 121 millones de euros anuales en la Comunidad Valenciana entre los pacientes que acudieran directamente a una farmacia comunitaria ante síntomas menores. Debido principalmente a que se evitaría un uso inadecuado de los recursos del sistema sanitario en atención primaria, servicios de urgencia, e ingresos hospitalarios, así como un importante ahorro en medicamentos innecesarios, disminuyendo la automedicación. Todo ello teniendo en cuenta que, según el estudio, casi un 70% de las consultas por síntomas menores podrían transferirse y tratarse en la Farmacia Comunitaria.