La Guardia Civil encuentra restos de sangre en el coche de Miguel Ricart, único condenado por el crimen de Alcàsser. Según informado a EFE la Asociación Laxshmi, para la Lucha contra el Crimen y la Prevención. Se trata de un Opel Corsa, y los restos han aparecido en el respaldo del asiento del copiloto.
Los cadáveres de Miriam, Toñi y Desirée aparecieron hace 29 años, tenían entre 14 y 15 años, habían desaparecido dos meses antes. Ricart ya declaró que Antonio Anglés golpeó a una de las víctimas en la parte trasera del vehículo. Los vehículos de Ricart y Anglés se mantienen en depósito judicial desde 1993.
En el juicio quedó demostrado que las tres niñas iban en el asiento trasero de ese vehículo. En un momento concreto, Anglés golpeó a las jóvenes en la cara con la culada de la pistola. Las víctimas fueron sometidas a violaciones y torturas extremas. Al día siguiente fueron ejecutadas y enterradas en una fosa. El crimen movilizó y fue muy mediático en la época, las televisiones nacionales se desplazaron hasta Alcàsser para seguir el caso.