El alcalde de València, Joan Ribó, acompañado del concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, se han reunido en el Ayuntamiento con al arzobispo de València, Antonio Cañizares. Un encuentro de carácter protocolario tras la toma de posesión del nuevo gobierno municipal el pasado mes de junio.
En este encuentro se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de trasladar siempre la festividad de San Vicente Mártir a domingo. En el próximo año la festividad se mantendrá el 22 de enero pero de materializarse el acuerdo y ser aprobado por el Vaticano en el 2021 San Vicente ya se podría celebrar el tercer domingo de enero. El Arzobispado de valencia deberá iniciar ahora los trámites para obtener el visto bueno de el Vaticano.
De trasladarse ocurriría lo mismo que con otras fiestas religiosas de la ciudad como la Virgen de los Desamparados o el Corpus, que se celebran ambas siempre en domingo.
Desde ambas partes consideran positivo el cambio ya que ayudaría a visibilizar la fiesta. De llevarse a término, mínimo a partir de 2021, quedaría libre un festivo local que podría ser incorporado a la semana fallera, pero eso está aún por dilucidar.
Además de esta cuestión en la reunión se ha tratado «sobre los programas e iniciativas, especialmente aquellos de carácter social, en los que el Ayuntamiento trabaja con la colaboración del Arzobispado», tal como ha explicado el alcalde, quien ha destacado «la coincidencia» en los objetivos, y la voluntad del Gobierno Municipal de continuar trabajando en las líneas de colaboración con el arzobispado de València.
Por su parte, el arzobispo Cañizares ha manifestado la intención de «trabajar juntos y en colaboración, una colaboración se va a intensificar», y ha concluido señalando que «la buena noticia es que todo va muy bien».