La Concejalía de Urbanismo ha dado luz verde a la restauración de la fachada del edificio conocido como Casa de los Dragones, una obra diseñada en el año 1901 por el arquitecto valenciano José Manuel Cortina Pérez. Urbanismo ha acordado conceder licencia de intervención en el inmueble, un conjunto arquitectónico catalogado con nivel 1, tipo Integral – Bien de Relevancia Local.
El objetivo del proyecto es la rehabilitación de las fachadas recayentes a la vía pública. Las obras previstas consistirán en la reparación de las fisuras y grietas en los frentes de forjados de balcones y en el resto de fachada, la pintura de la fachada con el mismo color que el actual y la aplicación de un tratamiento superficial de protección hidrófuga en la zona de las fachadas que presentan ladrillo caravista.
Asimismo, se prevé restaurar las barandillas metálicas de balcones que se lijarán y se limpiarán para posteriormente pintarlas en color negro satinado. Finalmente, se acometerá la limpieza del zócalo, dejando la piedra vista y la restauración del portón de acceso de madera con acabado de barniz transparente.
La obra se realizará mediante trabajos verticales con una marquesina de protección en planta baja. En total, se ocuparán 76,42 metros cuadrados de acera durante un periodo de ejecución previsto de 4 meses, tal como se planteó el pasado mes de enero en el proyecto técnico de intervención.
Peculiaridades de la histórica Casa de los Dragones
El edificio de cuatro alturas, dedicado a viviendas y con bajos dedicados a la actividad comercial, es fácilmente reconocible y uno de los inmuebles ejemplo del estilo modernista del barrio del Ensanche, propio de principios del siglo XX.
La singular decoración de sus fachadas (un estilo definido como ‘medievalismo fantástico’) dota a la finca de una personalidad propia. Además de incluir las figuras de los dragones, posee un conjunto de elementos neogóticos como columnas, ornamentos florales y hasta una locomotora con alas, alegoría de la modernidad y el progreso.
El edificio está situado en la confluencia de las calles Sorní y Jorge Juan, diseñado con frente en chaflán. La fachada sigue, en su composición arquitectónica, los cánones del clasicismo, aunque los elementos ornamentales se basan en los presupuestos decorativos del Modernismo.