El nuevo Ayuntamiento de Valencia ha paralizado la reforma de la plaza consistorial. El proyecto ‘Renatura’, ganador del concurso de ideas que organizó el anterior equipo de gobierno, ha entrado en ‘standby’ a la espera de que el Ayuntamiento de María José Catalá pueda analizar la propuesta con detenimiento.
Es un proyecto «estupendo» y «un buen punto de partida», ha remarcado esta mañana Catalá. Sin embargo, ha señalado que le están dando una vuelta «porque tenemos otra expectativa para esa plaza tan importante».
La popular ha realizado estas afirmaciones al visitar el edificio Safranar, donde ha cuestionado el diseño de la plaza. «Tenemos una expectativa algo distinta para la plaza. Queremos hacer algo muy bonito, no digo que ‘Renatura’ no lo sea, pero hay elementos que nos gustaría que tuvieran más visibilidad, una imagen más señorial y adecuada a una capital importante como Valencia».
El objetivo del consistorio es «combinar la visibilidad de los edificios más importantes con las zonas de sombra es posible». Por ello, se ha renunciado a ejecutar el proyecto según su redacción inicial. No obstante, Catalá ha declarado que todavía disponen de «margen para negociar».
RENATURA, EL PROYECTO VERDE QUE BUSCA CREAR UNA PLAYA URBANA
El proyecto ‘Renatura’ del arquitecto Miguel del Rey propuso la creación de una gran zona verde pero manteniendo los elementos clásicos de la plaza. Entre sus características más destacadas llama la atención la creación de una fuente-playa. Su objetivo es que los ciudadanos puedan refrescarse mojándose los pies en los meses más cálidos.
Sin embargo, esta propuesta por ahora no tiene fecha para convertirse en realidad. En mayo, el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (TARC) admitió un recurso presentado por una de las empresas participantes en el concurso de ideas. Estos alegaban que los ganadores habían participado en la preparación de los pliegos de las condiciones, hecho que les podría haber beneficiado por disponer de información privilegiada.
Aunque el conflicto se resolvió sin observar irregularidades, el caso impidió que el Ayuntamiento pudiese formalizar el contrato con los responsables de ‘Renatura’. Tras las elecciones del 28-M y el cambio de consistorio, el Ayuntamiento de Catalá optó por no encargar a los ganadores la redacción del proyecto.
Según señala el expediente, resulta «conveniente suspender la tramitación del procedimiento negociado sin publicidad (…) en tanto se procede a estructurar con carácter definitivo la áreas y delegaciones del modo más adecuado».
LA ‘TORTADA’ DE GOERLICH PODRÍA VOLVER A LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO
Por otra parte, el Ayuntamiento de Valencia se ha propuesto localizar, identificar y catalogar cada uno de los restos de la popularmente conocida como ‘Tortada’ de Goerlich para poner en valor el patrimonio histórico municipal.
El peculiar diseño del centro de la ciudad tuvo una vida efímera de apenas tres décadas. La plaza proyectada por Goerlich sobre plataforma elevada con un mercado de flores subterráneo se inauguró en 1933 y fue demolida en 1961.
Los restos de la ‘Tortada’ quedaron dispersados en diversos lugares de la ciudad y su área metropolitana, como el almacén municipal de Borbotó, los terrenos de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) junto a la antigua estación de Sant Isidre y espacios públicos de Paiporta. Incluso se cree que también hay restos en la escalinata del Monasterio de Santa María del Puig.
Ahora el Ayuntamiento ha licitado la contratación del inventario, catalogación y conservación preventiva de sus restos con vistas a la valoración de una propuesta de recuperación o reubicación de las piezas.
Las piezas procedentes del desmontaje de la ‘Tortada’ en 1961 fueron enumeradas y retiradas con la intención de una futura reutilización de sus elementos más significativos. De hecho, en la ciudad de Valencia perduran la antigua fuente central en el Pla de la Saïdia, junto al busto de Concha Piquer; un pequeño jardín, una basa y parte de una columna en un enclave de l’Olivereta, así como cinco columnas completas del desaparecido mercado de flores, en el entorno del monumento als Maulets de la avenida del Regne de València.
UN MERCADO DE FLORES SUBTERRÁNEO
El arquitecto municipal Francisco Javier Goerlich redactó a partir de 1927 el proyecto de la plaza sobre plataforma elevada y el mercado de flores subterráneo, según consta en la documentación conservada en la caja número 13 del Archivo Histórico Municipal de Valencia.
La reforma de la entonces denominada plaza de Emilio Castelar se ejecutó entre 1931 y 1933, durante la Segunda República. La nueva plaza, inaugurada el 28 de enero de 1933, formaba parte del proyecto de renovación previsto para el nuevo espacio generado tras la remodelación de la plaza de Emilio Castelar y la Bajada de San Francisco.
En el año 1961, el entonces alcalde Adolfo Rincón de Arellano decidió demoler la ‘Tortada’. Argumentó su escasa funcionalidad y su inadecuación a las necesidades que demandaba el auge de la fiesta fallera y de la industria automovilística.
En su lugar se creó un aparcamiento de coches en superficie y se conectaron los trazados de las calles de las Barcas y de la Sangre. Los puestos de flores subterráneos de la plaza habían quedado ya en desuso en 1944.