Los despidos de camareros ha comenzado en Valencia. Hosteleros de Honduras se han visto obligados a empezar a reducir personal tras los recortes de las terrazas. De hecho, pymes afectadas por la medida del Ayuntamiento aseguran que han tenido que prescindir, de momento, entre 1 y 2 personas por la caída de su actividad económica y rentabilidad.
Asimismo, señalan que desde que se aplicaron los recortes en noviembre, su facturación mensual se ha reducido un 20%. Además, apuntan que en algunos casos la caída ha llegado a al 30% o más pese a coincidir con Navidad.
Según han destacado, los hosteleros valencianos afrontan «la peor cuesta de enero de los últimos años exceptuando los del Covid marcados por las restricciones, con la caída de su actividad económica y empiezan a entrar en números rojos».
Por otra parte, los problemas económicos han obligado a cambiar el descanso de los hosteleros. Locales que habitualmente cerraban algunos días de enero para dar el descanso del personal, no lo harán este año. Aseguran que deben abrir para poder recuperar o aminorar las pérdidas económicas de los últimos meses.
SIN RESPUESTA DE RIBÓ
«Cada vez se hace más cuesta arriba abrir, cuadrar números y poder mantener todos los puestos de trabajo», ha admitido el portavoz del colectivo, Víctor Fernández de Córdova. «Se avecinan meses complicados y más despidos si el consistorio no entra en razón y sigue empecinado en achacar los problemas de inseguridad y molestias en el barrio, de manera desproporcionada, a la hostelería”.
Al respecto, recuerda que no han renunciado a la Justicia para paralizar el plan de recortes. A pesar de ello, reclama al Ayuntamiento que active la mesa de negociación para revertir la situación.
Este lamenta que siguen una contestación oficial de Joan Ribó a la carta que le remitieron el 3 de octubre. En ella solicitaban una reunión dada la gravedad y las drásticas consecuencias de la decisión adoptada. Además, en el mismo escrito presentaron una batería de propuestas para mejorar dela convivencia en la zona y mantener el tejido productivo del barrio.