Tras pasar dos noches en el calabozo, Rafa Mir, el delantero del Valencia C.F., quedó ayer miércoles en libertad provisional después de comparecer en los juzgados de Lliria. Esta medida, adoptada por la jueza, responde a que ni las demandantes ni la fiscalía habrían solicitado su ingreso en prisión provisional y su riesgo de fuga se considera mínimo por el arraigo del futbolista en Bétera.
Pese a ello, la jueza si ha decretado una serie de medidas cautelares solicitadas por la fiscalía. Así, se retira el pasaporte al jugador y se le prohíbe la salida del país. Tendrá que acudir de manera semanal a los juzgados a firmar y se le ha impuesto una orden de alejamiento de 500 metros de las dos denunciantes. Además, no podrá comunicarse de ninguna manera con ellas.
Al segundo detenido, también jugador de fútbol, en este caso del Alcantarilla F.C., no se le ha retirado el pasaporte. Este deberá acudir a los juzgados cada dos semanas y no de manera semanal. Se mantiene en los mismos términos la orden de alejamiento con las dos denunciantes.
Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, el jugador se encuentra investigado inicialmente, y sin perjuicio de ulterior calificación, por un delito de agresión sexual con acceso carnal. Esta pena, recogida en el artículo 179 del Código Penal, puede ser castigada con prisión de entre cuatro y doce años. En el caso del jugador del Alcantarilla, se encuentra investigado por agresión sexual sin acceso carnal.
«Fue todo sexo consentido»
Durante su declaración ante la jueza, el jugador aseguró que los encuentros sexuales fueron siempre consentidos. Confirmó que tras un primer encuentro con la joven de 25 años se produjo un segundo con la de 21, pero que este también fue consentido. De esta manera, el jugador mantiene la postura que la defensa viene argumentando desde la detención del futbolista.