Reino Unido reconoce que los pulpos, cangrejos y las langostas tienen sentimientos. El gobierno británico ha emitido un comunicado con esta conclusión tras analizar más de 300 estudios científicos.
Los expertos aseguran que estas especies tienen la capacidad de experimentar angustia, dolor, sed, hambre, calidez, alegría y consuelo, entre otras. Están preparando un proyecto de ley sobre bienestar animal que reconoce a todos los animales con columna vertebral como seres sintientes. Pero esto no incluía a los crustáceos decápodos y los cefalópodos y ahora han presentado una enmienda donde defienden que estos «tienen sistemas nerviosos centrales complejos, uno de los distintivos clave de la sensibilidad».
Los diputados no buscan que equiparen los derechos de estos animales con los derechos humanos. Estas leyes de bienestar animal buscan que asumamos una responsabilidad con especies de las que nos estamos aprovechando. Plantean formas menos cruentas de sacrificio, un mínimo de calidad de vida durante su crianza en cetáreas. En países como Suiza o Nueva Zelanda está prohibido hervir crustáceos vivos.