La Banda Primitiva de Llíria, una de las sociedades musicales más históricas de la Comunitat Valenciana, ha decidido celebrar la festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos, de manera especial este año. Con un enfoque solidario, han orientado sus actividades hacia la recaudación de fondos para apoyar a los damnificados por la DANA que azotó recientemente la región.
José Luis Pérez, presidente de la Banda Primitiva, explica que los conciertos programados para la semana de Santa Cecilia incluyen un donativo como entrada, cuyos beneficios se destinarán a los afectados. Además, la sociedad ha abierto una cuenta para donaciones en colaboración con la Fundación Social Music, con el objetivo de apoyar la recuperación de escuelas de música y conservatorios dañados.
«Queremos que la música sea un elemento vertebrador de la sociedad. Que siga presente en la vida de los municipios y las personas afectadas. La educación musical es esencial para mantener nuestras tradiciones y el relevo generacional«, destaca Pérez.
La Primitiva de Llíria también se ha movilizado para prestar ayuda directa. Por ejemplo, han facilitado instrumentos al Conservatorio de Utiel, que perdió parte de su equipamiento, asegurando que puedan reanudar sus clases. «Es fundamental que las sociedades musicales afectadas vuelvan a la normalidad lo antes posible», afirma el presidente de la sociedad musical.
Dos centenarios de su fundación
Con más de 200 años de historia, la Banda Primitiva reafirma su compromiso con la música como elemento vertebrador de la cultura valenciana. «El relevo generacional está garantizado gracias al esfuerzo en nuestras escuelas de música. Queremos que la música esté al alcance de todos», explica.
«Hay que apostar porque las bandas de música y toda la sociedad vuelva lo antes posible a normalidad. Será complicado pero creo que entre todos podamos salir de esta situación que verdaderamente ha sido catastrófica«, concluye José Luis Pérez, presidente de la Banda Primitiva de Llíria.
La festividad de Santa Cecilia se ha convertido este año en un símbolo de solidaridad y esperanza, no sólo en Llíria, mostrando una vez más la capacidad de la música para unir y superar adversidades.