Vecino de Potries
Los vecinos de Potries salen a la calle para mostrar apoyo a la iniciativa

El municipio valenciano de Potries ha anunciado oficialmente su candidatura para convertirse en Capital Europea de la Cultura 2031, convirtiéndose en el primer pueblo de tan pequeño tamaño en presentarse a este prestigioso reconocimiento impulsado por la Unión Europea desde 1985. En un acto celebrado junto a vecinos y vecinas del pueblo, el alcalde, Sergi Vidal Domínguez, destaca que la iniciativa nace con el objetivo de reivindicar la igualdad de acceso a la cultura en el mundo rural.

“Los pueblos también tenemos derechos culturales y debemos luchar por ellos”, afirma Vidal. Bajo el lema “Orgullo de pueblos”, Potries inicia así una carrera simbólica pero ambiciosa, en la que competirá con grandes ciudades como Granada, Toledo, Pamplona, Palma, Burgos o Las Palmas de Gran Canaria.

Potries, un municipio con historia cultural

Potries ya cuenta con una sólida trayectoria en políticas culturales. En 2018 fue reconocida como Capital Cultural Valenciana, siendo el primer municipio con menos de 5.000 habitantes en obtener esa distinción. Ahora, con la mirada puesta en Europa, el municipio pretende movilizar apoyos institucionales, sociales y culturales de toda España. La candidatura recogerá firmas y adhesiones de particulares, entidades culturales, artistas y promotores convencidos de que la cultura también debe florecer en el entorno rural.

«Orgullo de pueblos» es el lema con el que Potries se lanza a por este reconocimiento europeo

La candidatura debe presentarse formalmente antes del 27 de diciembre de 2025, y será en 2026 cuando el Ministerio de Cultura anuncie qué ciudad representará a España como Capital Europea de la Cultura, junto con otra del país designado, en este caso Malta.

“Podemos cambiar la historia del mundo rural”, insistió el alcalde, “y demostrar que la cultura es motor de desarrollo y calidad de vida también en los pueblos pequeños”. Con esta candidatura, Potries se alza como un símbolo del orgullo rural y del derecho universal a la cultura, desafiando el centralismo urbano y abriendo camino a otras localidades con aspiraciones similares.