El debate sobre el uso de las mascarillas está más abierto que nunca. Con la mirada puesta en el posible fin de la pandemia, o al menos de la sexta ola, son muchos quienes ya hablan sobre la posibilidad de eliminar la obligatoriedad del uso de los tapabocas en espacios interiores.
Las voces expertas apuntan ya a la eliminación de este elemento sanitario en cuestión de semanas. Sin embargo, las autoridades todavía parecen reacias a dar este paso que marcaría el fin del coronavirus.
El epidemiólogo Quique Bassat ha sido uno de los primeros expertos que ha marcado una fecha para el fin de la mascarilla en interiores. Según ha opinado en una entrevista reciente en Cadena Cope, Semana Santa podría ser un momento factible para su eliminación.
Sin embargo, ha aclarado que todo «depende de la velocidad que vaya descendiendo la curva». También ha señalado que deberá hacerse cuando consideremos que el riesgo de transmisión es «aceptable» pues avanza a que «cuando las retiremos de interiores, habrá más transmisión».
En la misma línea se ha pronunciado un investigador de Fisabio Salud Pública entrevistado en TVE. Este ha apuntado a que la retirada de mascarillas en interiores podría comenzar a ponerse en marcha en dos o tres semanas. Según su criterio, comenzaría primero en las aulas de los colegios para extenderse posteriormente a toda la población.
PUIG NO ELIMINARÁ TODAVÍA LAS MASCARILLAS DE INTERIORES
Hoy el president de la Generalitat, Ximo Puig, se ha pronunciado al respecto en la rueda de prensa celebrada tras la Mesa Interdepartamental. Preguntado sobre la viabilidad de retirar las mascarillas de aquí a primavera, el líder del Consell ha sido cauteloso.
«Yo seré siempre extraordinariamente prudente, el Consell ha estado siempre al lado de la prudencia. En ese sentido tengo que decir que hoy, teniendo la mitad de casos que la semana pasada, vamos a tener casi 6.000 nuevos contagios; continúan habiendo más de 1.000 personas hospitalizadas y hay más de 100 personas en la UCI. Obviamente son muchas menos que las que teníamos pero la pandemia aun está entre nosotros«, ha explicado.
«Creo que hay que dar pasos firmes y tenemos que tener un itinerario basado en la prudencia y en la seguridad de que no volvamos atrás». A pesar de la negativa de una retirada inminente de las mascarillas, Puig ha asegurado que al final serán los expertos quienes marquen la desescalada. Además, ha declarado que la decisión se tomará cuando las cifras lo permitan. «Ojalá más pronto que tarde la mascarilla no sea obligatoria en casi ningún ámbito», ha confesado.
En la misma línea se ha pronunciado la secretaria autonómica de Sanidad, Isaura Navarro. Esta ha avanzado que de momento no está prevista la eliminación de las mascarillas de las aulas. «La mascarilla en interiores se debe mantener porque es una herramienta de seguridad junto a la vacunación».
«A todos nos agradaría que niños y niñas no tuviesen que llevar las mascarillas en los colegios. Sin embargo, es una medida de seguridad y prevención que ahora no podemos permitirnos quitarla«, ha zanjado.