Un grupo de 30 falleros ha participado este martes en el programa “Masterchef 7” y ha habido polémica por ponerles comida catalana, en lugar de la comida tradicional de Valencia, lugar al que se habían desplazado para realizar una prueba de la semifinal.

Desde el programa presentaron como un menú tradicional de la tierra unos platos típicos de Cataluña como bacalao con piel frita y “samfaina”, canelones de “rostit” y un postre que fue crema catalana.

Consideran que son platos de carácter “catalán” y son una ofensa, pues en estas pruebas se suele jugar a elaborar platos propios, con productos de las denominaciones de origen típicas de la zona.

Las redes sociales se llenaron de comentarios con una lista de platos típicos valencianos que podrían haber elaborado en Masterchef. También criticaron que el programa venga a Valencia para preparar comida catalana.

«Acaso Valencia no es reconocida por su rica gastronomía, y referente dentro de la cocina mediterránea? Desde luego que en mi casa no volvemos a ver este programa. Y a quien proceda, alguien debería de pedir alguna que otra disculpa publica a RTVE», «Indignado con Masterchef. ¿Tienen que venir a insultarnos a Valencia?. Les hacen hacer 4 platos catalanes para 30 falleros que saben de tradiciones. ¿Qué nadie les puede asesorar? ¿Qué no tenemos en Valencia platos tradicionales?» ,»La audiencia valenciana la habéis perdido para siempre», o «dentro de poco dirán que la paella es catalana» son algunas las críticas que colgaban indignados algunos valencianos en la red social de MasterChef.

Desde la web del programa anunciaban que «el jurado exigirá que los participantes emocionen a los comensales cocinando tradición y usando las técnicas de vanguardia aprendidas en el programa». Aleix, Carlos, Aitana, Valentín y Teresa hicieron todo lo posible para salvarse de la semifinal y acceder a la final del concurso. Pedro Subijana ha sido uno de los invitados en la prueba de eliminación de repostería. Frédéric Bau, uno de los pasteleros más brillantes y de mayor prestigio internacional, les trajo un postre complicado y prácticamente mágico, en el que el merengue levita por su ligero peso.