Francisco Nicolás Gómez Iglesias, popularmente conocido como ‘El Pequeño Nicolás’, ha sido condenado a un total de tres años de prisión. La sección decimoséptima de la Audiencia Provincial de Madrid le atribuye delitos de usurpación de funciones públicas y de cohecho activo.
Gómez Iglesias ha sido juzgado por un encuentro con Jorge Cosmen Menéndez-Castañedo, presidente de Alsa. Este tuvo lugar hace siete años en la localidad de Ribadeo (Lugo). Para llegar a él, ‘El pequeño Nicolás’ fingió ser un alto cargo del Gobierno y la Casa Real realizando el viaje con despliegue policial.
Ante dichos hechos, la Fiscalía había solicitado para él un total de siete años de prisión. Sin embargo, el joven ha sido absuelto de los delitos de falsedad y malversación de los que también estaba acusado. Además, la sentencia recoge la aplicación de atenuante analógica de anomalía psíquica y dilaciones indebidas por lo que únicamente deberá cumplir con tres años de cárcel.
Según la sentencia, ‘El Pequeño Nicolás’ padece un trastorno de la personalidad «con características narcisistas y de rasgos inmaduros». También se le achaca «un trastorno adaptativo con sintomatología ansioso-depresiva, situación que le condicionaba la percepción de la realidad, limitando levemente sus facultades cognitivas».
‘EL PEQUEÑO NICOLÁS’ QUERÍA «PARECER IMPORTANTE»
Los hechos se remontan a agosto de 2014. Con sólo 20 años, ‘El Pequeño Nicolás’ organizó un viaje a Galicia para reunirse con el máximo responsable de Alsa. Con el objetivo de «parecer importante», el joven se hizo pasar por un cargo relacionado con la Vicepresidencia del Gobierno de Mariano Rajoy y la Casa Real.
Para organizar la puesta en escena, Francisco Nicolás habló con un agente de la Policía Nacional. Este le prometió una compensación económica a cambio de proporcionarle escolta y protección para aparentar un cargo que no ostentaba.
El joven también solicitó a la Policía de Ribadeo acompañamiento en la comitiva; contactó con el Club Náutico para informar de una visita relacionada con la Casa Real reservando tres mesas; contrató cuatro vehículos con conductores privados; y falsificó acreditaciones del Ministerio del Interior para dichos coches.
Francisco Nicolás declaró ante el tribunal que sólo quería «tirarse el pisto con el empresario y hacer un viaje pomposo». «Con la edad que tenía y mi inmadurez, lo que quería era asemejarme a los mayores y tener más poder, por así decirlo, creerme poderoso. Pedí que fuera un viaje que pareciera que yo era una persona importante. Ese fue mi motivo. Yo quería parecer una persona importante, nunca una autoridad».
