Las investigaciones abiertas tras el trágico naufragio de una embarcación turística en aguas de Indonesia han arrojado nuevos detalles sobre las causas del accidente en el que viajaba una familia valenciana. Según han confirmado responsables marítimos del país asiático, el hundimiento se produjo tras el impacto consecutivo de tres grandes olas generadas por un fenómeno poco habitual en la zona, descrito como impredecible y de corta duración, pero con una enorme fuerza.
El suceso ocurrió el pasado viernes en las inmediaciones de la isla de Padar, dentro del Parque Nacional de Komodo, uno de los principales destinos turísticos del país. A bordo del barco viajaban once personas, entre ellas una familia valenciana. El balance provisional es de una menor fallecida, cuyo cuerpo fue recuperado este lunes, y tres personas que continúan desaparecidas, mientras que otros siete ocupantes lograron sobrevivir.
El director de la Marina de Labuan Bajo, Stephanus Risdiganto, ha explicado que la embarcación fue sorprendida por una secuencia de tres olas de gran tamaño. «La primera ola levantó al barco, la segunda hizo que se inclinara a un lado y la tercera lo hundió«, señala en declaraciones recogidas por EFE. Todo ocurrió, según las autoridades, en un intervalo de apenas uno o dos minutos, antes de que el mar recuperara la calma.
La altura de las olas superó los dos metros y medio, un fenómeno «poco común» en esa zona concreta del archipiélago de Indonesia. Los expertos locales señalan que este tipo de oleaje se produce cuando corrientes de mar abierto penetran en canales estrechos con un fondo marino irregular, generando un aumento repentino de la energía del agua. Se trata de un fenómeno conocido entre los residentes, pero difícil de anticipar incluso con los sistemas meteorológicos actuales.
Víctimas, supervivientes y búsqueda activa
De los once ocupantes del barco turístico, siete pudieron ser rescatados con vida: dos mujeres españolas —una de ellas madre de los menores— y cinco ciudadanos indonesios entre tripulación y guía. El lunes, los equipos de rescate localizaron el cuerpo sin vida de una niña española de doce años a aproximadamente una milla náutica del punto donde se cree que se produjo el hundimiento.
Continúan desaparecidos Fernando Martín, exfutbolista y entrenador del equipo femenino B del Valencia CF, así como dos menores: un hijo de Fernando y otro de Andrea, ambos entre los 9 y 10 años. Las labores de búsqueda entran ya en su quinto día y se han intensificado con la incorporación de buzos profesionales, drones con cámaras térmicas y sistemas de sonar para localizar el pecio del barco. Por el momento, se han recuperado nuevos restos de la embarcación que pertenecerían a paredes del propio barco.
Navegación suspendida por seguridad
Ante el empeoramiento de las condiciones marítimas, la Autoridad Portuaria de Labuan Bajo ha decretado la suspensión temporal de la navegación turística en una amplia zona del este del archipiélago indonesio. La decisión se ha tomado tras una alerta de la Agencia de Meteorología de Indonesia, que advierte de nuevas olas de hasta 2,5 metros y fuertes corrientes en áreas frecuentadas por embarcaciones recreativas.
Las autoridades han recomendado a los barcos que ya se encuentran en el mar buscar refugio en zonas protegidas y mantenerse en contacto permanente con los servicios de emergencia. Esta medida busca evitar nuevos incidentes mientras persista la inestabilidad en la región.

Investigación y respeto a la familia
Aunque en un primer momento se barajó un posible fallo mecánico, los testimonios de los supervivientes y los datos recabados apuntan ahora a que el motor funcionaba correctamente hasta el momento del impacto del oleaje. La investigación sigue abierta para esclarecer todos los factores que influyeron en el siniestro.
Desde España e Indonesia, las autoridades mantienen contacto constante con la familia afectada, que ha solicitado respeto, privacidad y prudencia informativa mientras continúan las tareas de búsqueda. El operativo se mantendrá activo al menos durante varios días más, con el objetivo de localizar a los desaparecidos y recuperar el casco principal de la embarcación, donde se teme que puedan encontrarse los cuerpos.










