199, 207 o 211 son algunas de las cifras sobre las víctimas mortales a consecuencia de la DANA que se han escuchado en las últimas jornadas. Aunque son valores muy similares, los números no coinciden y todos ellos proceden de fuentes oficiales.
Entonces, ¿por qué existen discrepancias? Desde el inicio de la catástrofe, el Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi), responsable de gestionar emergencias, ha emitido cifras de fallecidos que han variado significativamente. La cifra de 211 fallecidos se estableció el sábado y se mantuvo durante días sin ajustes, provocando especulaciones sobre un posible estancamiento informativo.
En la web InfoDana, creada por el Gobierno para informar sobre la DANA, puede consultarse el dato indicado mostrando esas 211 víctimas mortales señaladas. Según indican, la cifra de rescatados en las últimas 24 horas se eleva a 33 y ya no figuran los cuerpos sin identificar, que hasta el miércoles eran 54; ni los desaparecidos, que se habían elevado a 93.
En paralelo, el Centro de Integración de Datos (CID), encargado de procesar y confirmar las identidades y causas de muerte, ha difundido cifras menores. El miércoles el número de fallecidos se situaba en 199, mientras este jueves por la noche el número de cadáveres ascendía a 207, cifras que en ningún caso encajan con los 211 cuerpos notificados por el Cecopi.
Esta diferencia de cuatro víctimas se ha atribuido a posibles errores de registro y a la exclusión de muertes no relacionadas directamente a la DANA.
EL CID, ÚNICO ÓRGANO AUTORIZADO PARA EMITIR CIFRAS DE VÍCTIMAS
El CID, regulado por el Real Decreto 32/2009, está compuesto por forenses y personal de las Fuerzas de Seguridad, y fue establecido para coordinar el proceso de identificación de víctimas en catástrofes múltiples. Este protocolo ha sido aplicado previamente en tragedias nacionales, como el accidente de tren de Santiago de Compostela en 2013 o más recientemente en el incendio de Campanar.
La metodología del CID se basa en contabilizar cadáveres solo después de su recuperación, autopsia, y registro en el Instituto de Medicina Legal de Valencia. Este enfoque, riguroso y centrado en la evidencia científica, ha llevado a la obtención de cifras más precisas, si bien los desfases con el Cecopi han dado pie a teorías y rumores que apuntan a supuestas manipulaciones de datos.
Las autoridades, especialmente el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), han insistido en que el CID es el único órgano autorizado para emitir las cifras finales de víctimas, dada su capacidad técnica y precisión. Este desfase numérico ha evidenciado la necesidad de mejorar la coordinación informativa entre los organismos responsables para evitar confusiones y transmitir confianza a la ciudadanía.
Las secuelas de la DANA se extienden mucho más allá de las pérdidas humanas. Hay miles de personas que continúan evacuadas y 78 municipios afectados donde siguen los rescates y los trabajos de recuperación.
ÚLTIMAS CIFRAS ACTUALIZADAS SEGÚN EL CID
La morgue de la Ciudad de la Justicia de Valencia ha recibido hasta el jueves por la noche un total de 207 víctimas mortales, a 200 de las cuales se les ha practicado ya la autopsia. Del total de esas personas fallecidas, 167 están plenamente identificadas (140 por huellas digitales y otras 27 por ADN), mientras que 54 difuntos siguen sin identificar, según la última actualización de cifras por el Centro de Integración de Datos (CID).
Mientras tanto, las oficinas ante mortem habilitadas por la Policía Nacional y la Guardia Civil en colaboración con médicos forenses contabilizan ahora 78 casos activos por denuncias de desaparición.
De este modo, en comparación con el balance del miércoles, hay ocho nuevas víctimas mortales contabilizadas; 22 nuevas identificaciones de personas fallecidas, una autopsia más y 15 expedientes por desaparecidos activos menos.
Por otro lado, 200 de las 207 personas fallecidas, han sido derivadas a la morgue de Fira Valencia. Allí se ha producido la entrega efectiva de los restos mortales de 106 de las víctimas a sus familias para que puedan realizar las exequias fúnebres.