(Pablo Viñado).- La Nochebuena se acerca un año más. Adorada por muchos y detestada por otros tantos, no cabe duda de que se trata de una de las citas más importantes del año, y no es poca la gente que la espera con ansias. Al fin y al cabo, pocas oportunidades hay como la que brinda esta fecha tan especial para reunir a toda la familia y poder ponerse al día.
Como bien es sabido, esta festividad se fundamenta actualmente en la fe cristiana. La Nochebuena no es más que una víspera del día de Navidad, que se festeja al día siguiente y conmemora el nacimiento de Jesús en Belén.No obstante, que su origen radique en este fecha histórica ha sido puesto en duda en múltiples ocasiones por historiadores de todas partes del mundo.
Para muchos de ellos, la Navidad tiene origen en una fiesta pagana y no en las costumbres cristianas. Un amplio grupo de expertos defiende que esta fiesta estaba relacionada con el solsticio de invierno. Una época en la que la población entera deseaba que las temperaturas no fueran muy bajas para impedir que el frío afectase a la agricultura. El transcurso de la historia ha conseguido transformar esta celebración hasta convertirla en lo que conocemos en la actualidad, pero sus orígenes son muy difusos.
Sin ir más lejos, sorprende descubrir que la Iglesia nunca creyó que Jesús naciera realmente el 25 de diciembre. De hecho, se desconoce la fecha exacta del nacimiento de Jesús, ya que en el Oriente antiguo no se celebraban los cumpleaños y allí, como norma general, los padres no recordaban cuándo habían nacido sus hijos.
Las escrituras tampoco contribuyen demasiado a despejar dudas. El Evangelio canónico más antiguo, que es el de Marcos, pasa completamente por alto la infancia de Jesús. Mateo sitúa su nacimiento en Belén, según la profecía de Miqueas, pero no especifica nada más. El prólogo añadido al Evangelio de Lucas, donde se dice que “había en la región unos pastores que pernoctaban al raso y de noche se turnaban velando sobre su rebaño” (2, 8), sugiere una fecha primaveral, pero no se puede establecer una fecha concreta a ciencia cierta.
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