Ninot de los inmigrantes saltando la valla de la mascletà. / JOSÉ BRAVO

El ninot de un grupo de inmigrantes saltando la valla de la mascletà ha causado un gran revuelo. El intento de asalto por parte de un grupo de subsaharianos que en la madrugada del domingo trató de retirar el monumento, ha obligado a Escif, artista responsable de la pieza, a aclarar lo sucedido.

«Como diseñador de la Falla Municipal de Valencia, ante el malestar suscitado en parte del colectivo migrante, me siento en la obligación de emitir un comunicado de reflexión y autocrítica que permita añadir otra capa de contexto en el proyecto presentado en la plaza del Ayuntamiento», ha señalado el artista en el inicio del comunicado.

Escif explica que las Fallas han sido siempre «un espacio de crítica social comprometida con la realidad de cada momento» y «un altavoz abierto en el que mostrar nuestras vergüenzas y contradicciones».

Sin embargo, destaca que este aspecto » ha menguado progresivamente» para dar paso a monumentos de «un alarde preciosista de destreza y producción técnica». «La ironía, la sátira y la crítica están pasando a un segundo plano ante la llegada de espectaculares figuras, equilibrios imposibles y colores infinitos».

Ninots de la Falla Municipal del artista Escif. / JOSÉ BRAVO

«Mi propuesta de este año para la Falla Municipal de Valencia fue escogida hace un año por un jurado independiente no vinculado directamente con ningún partido político. Mi apuesta era demostrar que es posible hacer una falla bella y monumental, sin abandonar la sátira y crítica social que siempre caracterizó esta cultura», explica Escif.

«LA MASCLETÀ REPRESENTA LA GUERRA»

Según el autor de la falla ‘Dos palomas, una rama’, la pieza «aborda con ironía la contradicción que conlleva hacer una guerra en nombre de la paz». Al monumento principal le acompañan nueve escenas que «señalan algunas de las contradicciones que nos azotan como sociedad»: una tortuga ninja atrapada en un plástico; dos hombres prehistóricos intentando hacer fuego con un móvil o unos migrantes saltando la valla de la mascletá. Esta última es la imagen que ha suscitado la polémica.

«En esta escena se muestran cuatro subsaharianos saltando una valla, que bien podría ser la valla de Melilla«, afirma Escif. «Esta imagen se completa en la plaza cada día a las 14.00 horas cuando detrás de la valla tiene lugar la mascletà en la que el humo, la pólvora y el estremecedor sonido nos lleva a lo que bien podría entenderse como un escenario de guerra».

‘Dos palomas, una rama’ es el lema de la Falla Municipal de Valencia. / JOSÉ BRAVO

«Con esta escena, mi intención era justamente la de señalar el racismo estructural de una sociedad y un país que criminaliza la llegada de migrantes». «Los fuegos y explosiones de la mascletà que todos miramos con entusiasmo, bien podrían representar una de las guerras que obliga a desplazarse diariamente a miles de personas. Es aquí donde el espectáculo se convierte en crítica social», recalca el artista

«El protagonismo no versa sobre las figuras de los migrantes que por sí solas no construyen una narrativa. Es la valla y, sobre todo, lo que sucede tras ella lo que nos invita a entender que estas personas arriesgan su vida huyendo de una tragedia de la que, directa o indirectamente, somos todas responsables».

ESCIF «APLAUDE» LA CRÍTICA Y PIDE DISCULPAS

«Entiendo que mi intención detrás de la escena no justifica el impacto negativo que haya podido tener y pido por ello disculpas a los colectivos afectados. Con mi trabajo siempre he intentado apoyar y reconocer la lucha de colectivos políticos activos por avanzar en un camino común de empatía y solidaridad», señala Escif.

El ninot de los cuatro inmigrantes en la valla de la mascletà durante un disparo de pólvora. / JOSÉ BRAVO

«Aplaudo pues la crítica y la reflexión en torno a la falla presentada este año; que veo como una oportunidad para abrir un diálogo necesario sobre el uso del espacio público como espacio crítico y de reflexión. A su vez siento que esta situación me ayuda personalmente a repensar mi práctica y a cuestionarme la relación de mi trabajo con las diferentes capas de realidad que lo sostienen».

El artista ha querido dejar claro que para él «ningún ser humano es ilegal». «Espero que este incidente pueda ayudar a mantener abierto el debate sobre nuestra participación y responsabilidad en torno a políticas que agreden la integridad y los derechos de cualquier persona».

Finalmente, el autor del ninot ha recordado que las Fallas «son cultura y festividad, pero también son sátira y crítica social». «Son una expresión de la vida en el espacio público y, como tal, son el reflejo de todas y cada una de las capas que la construyen. Repensando las Fallas, repensaremos también el lugar que ocupamos en este complejo entramado que es la ciudad. Entendiendo nuestras diferencias, podemos avanzar juntas en un mismo camino».