Se llama Elena y tiene 8 años, y un gran corazón. Acaba de hacer la Primera Comunión y ha renunciado a los regalos que iban a hacerle. A cambio pidió que el dinero que se iban a gastar se lo dieran para enviarlo a niños como ella, pero que han tenido menos suerte en la vida.
Cuenta su madre que desde pequeña le ha gustado compartir y siempre ha sido generosa. La idea de donar sus regalos de Comunión salió de ella pero, sin duda, los padres la han llevado por el camino de la solidaridad y ellos mismos son un ejemplo.
El gran corazón de Elena es conmovedor. No había contado la cantidad que entregaba, no entiende aún de importes, por eso en Manos Unidas le explicaron qué hacen con su generosa donación.
Romper las huchas
Otros niños invitados rompieron sus huchas para entregarle sus ahorros a Elena y que se incrementara la ayuda a los necesitados. Elena, con emoción y sencillez, llevaba el dinero en sobres con billetes y con monedas, tal y como se lo habían entregado.
A Elena le llamó la atención uno de los proyectos en Haití que financia prótesis para personas con discapacidad física. Este es el que ha utilizado para difundir el trabajo de Manos Unidas en los marca páginas que ha repartido entre los invitados a su Primera Comunión.
Muchas formas de ser solidarios
El gesto solidario de esta niña, también lo han realizado novios en cuyas bodas han hecho un donativo a Manos Unidas. Y también los regalos que han realizado a sus invitados, que han sido del merchandising de esta organización, abanicos o pañuelos, por ejemplo. Además, han repartido una tarjeta que explica cómo ayuda esta entidad a los más vulnerables en África, Asia y América Latina.
Hay muchas formas de ser solidarios, de no mirar para otro lado ante la necesidad de los más pobres y Manos Unidas ofrece diferentes modalidades que puede consultarse en la web.