fresca

La tradición de salir ‘a la fresca’, como reza el diccionario oral valenciano de expresiones y costumbres populares, se encuentra en muchos sitios en peligro de extinción.

Hace años, era impensable concebir la llegada del verano y no contemplar o disfrutar de la sana costumbre de salir a la plaza del pueblo o a los portales de las casas para hacer más soportables y amenas las calurosas noches veraniegas. Casi siempre en corrillos semicirculares, que agrupaban a diferentes personas y en las que el ‘cotilleo’ y las novedades eran parte de las conversaciones. De hecho, a la fresca bien podría ser sinónimo actualmente de redes sociales.

Una tradición que poco a poco vuelve a tomar fuerza. Si hace unos años, fue IKEA quien, con fines comerciales, lanzó el reto a los valencianos de apostar por las costumbres mediterráneas con su famoso eslogan: ‘Salvem la Fresca’ (repartiendo sillas), ahora se ha dado un paso más. Esta vez, desde los mismos municipios.

De hecho, son muchos los ayuntamientos los que este verano apuestan, aprovechando sus fiestas patronales o de barrio, los que han organizado multitud de actos para promover las cenas o actividades ‘a la fresca’.

Quizá, el concepto de corrillo y los espacios donde se reunían los vecinos han cambiado, pero no la esencia. La de compartir conversaciones, anécdotas, actividades… Y es que, este verano, pese a las altas temperaturas, vuelve la fresca.