Última edición de Ágora en 7TeleValencia

El municipalismo valenciano ha alzado la voz en el plató de Ágora de 7TeleValencia. Durante cerca de una hora, los alcaldes de Rafelbunyol, Fran López, La Pobla de Vallbona, Abel Martí, y Vilamarxant, Héctor Troyano, junto a la alcaldesa de Museros, Cristina Civera, compartieron la misma reclamación: los ayuntamientos necesitan más herramientas, más autonomía y más financiación para hacer frente a los problemas reales que afectan a sus vecinos como la crisis de la vivienda.

El problema de la vivienda llega al área metropolitana

El primero de los grandes temas abordados fue la crisis de la vivienda, una problemática que atraviesa todos los municipios representados, independientemente de su tamaño o color político. Fran López, alcalde de Rafelbunyol, lamentó que su consistorio ha cedido suelo público para construir más de 200 viviendas del Plan Vive, pero no ve avances concretos. “Necesitamos que otras administraciones actúen, porque solos no llegamos”, aseguró. Desde Museros, Cristina Civera denunció que su municipio continúa trabajando con normativa urbanística de 1982, lo que impide ampliar el suelo urbanizable. Esta parálisis ha elevado los alquileres a cifras inasumibles, generando situaciones de hacinamiento.

En Vilamarxant, la situación es crítica. Según su alcalde, Héctor Troyano, el precio de la vivienda se ha duplicado en el último año, lo que convierte al municipio en uno de los más afectados por la especulación. A pesar del crecimiento demográfico, la falta de planificación urbanística impide habilitar nuevas zonas residenciales. Abel Martí, alcalde de La Pobla de Vallbona, se mostró más optimista con el Plan Vive, gracias a la cesión de una parcela de más de 3.000 metros cuadrados para vivienda protegida, aunque criticó que la legislación estatal ha reducido la oferta de alquiler.

Municipios sin recursos

El segundo eje de la conversación giró en torno a la infrafinanciación estructural. Todos los alcaldes coincidieron en denunciar la escasa inversión que reciben del Estado y de la Generalitat. “Estamos asumiendo competencias que no nos corresponden porque alguien tiene que hacerlo”, denunció Civera, quien recordó que llevan desde 2015 reclamando una reforma del sistema de financiación.

Fran López fue contundente al señalar que “tenemos la caja llena, pero no nos dejan gastarla”, en alusión a las limitaciones impuestas por la ley de estabilidad presupuestaria. Tanto él como el resto de participantes pidieron una revisión urgente del Fondo de Cooperación y una mayor autonomía para gestionar sus recursos.

Fran Lçopez (Rafelbunyol) y Cristina Civera (Museros), en Ágora

La tasa basura a debate

Uno de los momentos más tensos del debate llegó con la discusión sobre la nueva tasa de residuos. La normativa estatal obliga a los municipios a repercutir el 100 % del coste del servicio de recogida y tratamiento de basura sobre sus vecinos. Para Troyano, esta imposición representa un ataque a la autonomía local: “Nos dicen cómo gestionar sin darnos margen de maniobra. Eso es un atropello”. En contraste, Rafelbunyol ha apostado por una tasa mancomunada, lo que ha permitido fijar una tarifa de 43 euros anuales, la más baja de toda la Comunitat Valenciana.

La Pobla de Vallbona, por su parte, ya aplicaba esta tasa desde hace dos décadas, con un ticket medio de 45 euros. Sin embargo, su alcalde reconoció la necesidad de revisar el modelo de cálculo para adaptarlo a criterios más equitativos, como el volumen de residuos por tipo de vivienda. En Museros, donde no existía esta tasa desde 2011, comenzará a aplicarse este año. Civera justificó la decisión como una oportunidad para liberar 400.000 euros del presupuesto que podrán invertirse en otros servicios esenciales. Además, reclamó una mayor implicación de las empresas productoras en la gestión de los residuos que generan.

Abel Martí (La Pobla de Vallbona) y Héctor Troyano (Vilamarxant) durante el programa

Sin recursos, no hay milagros

El programa concluyó con un turno de mensajes finales dirigidos tanto a las instituciones superiores como a la ciudadanía. Todos coincidieron con las palabras de la alcaldesa de Museros que solicitó más empatía institucional, confianza en la capacidad de los gobiernos locales y respeto a su autonomía. “No podemos seguir siendo tratados como menores de edad”, reiteró Abel Martí. En la misma línea, Fran López instó a confiar en los ayuntamientos y en sus servidores públicos, mientras Troyano cerró su intervención exigiendo recursos proporcionales a las competencias que se les asignan.

Ágora se convirtió en un espacio para el consenso municipalista: más financiación, más agilidad administrativa y más capacidad de decisión. En palabras de la alcaldesa de Museros, “sin recursos, no hay milagros”. Un mensaje claro desde la primera línea de la gestión pública.