Un avión despega del aeropuerto de Manises. / KAI FORSTERLING (EFE)

La ampliación del aeropuerto de Valencia está en boca de todos ya que se prevé que este 2024 alcance su límite de pasajeros con un total de 30 aerolíneas operando en él y un centenar de destinos conectados. En este contexto, mientras el sector turístico reclama su crecimiento, desde las localidades limítrofes muestran su total negativa a la expansión por la huella acústica y el impacto en la salud y bienestar de sus vecinos.

En 2023 el aeropuerto alcanzó los 9,94 millones de pasajeros, una cifra que ya roza su capacidad máxima: 10,5 millones de viajeros según la Documentación de Regulación Aeroportuaria (DORA). De ampliarse, el estudio que ha realizado el Consejo de Cámaras de Comercio, encargado por la Generalitat Valenciana, detalla que Manises podría alcanzar los 17,3 millones de pasajeros.

La expansión efectivamente repercutiría directamente en el turismo de la ciudad pero la cuestión es a qué precio. Por ello, los municipios de Manises, Quart de Poblet, Xirivella y Aldaia, los más próximos al aeropuerto valenciano, trabajan para frenar el crecimiento de la infraestructura y piden que se reubique en un nuevo espacio alejado de los núcleos urbanos.

QUART DE POBLET Y MANISES EXPONEN SUS NEGATIVAS

La alcaldesa socialista de Quart de Poblet, Cristina Mora, ha criticado la ampliación que ya cuenta con la luz verde de Aena. «Nuestra posición es muy clara: nos oponemos a cualquier decisión que suponga un aumento del tráfico aéreo que los vecinos de Quart de Poblet tenemos que soportar diariamente sobre nuestras casas».

Mora ha dejado claro que no está «en contra del progreso ni del turismo». Sin embargo, ha asegurado que «no a cualquier precio y nunca en contra de la salud y el bienestar de nuestros vecinos».

«En Quart de Poblet ya padecemos muchas limitaciones por tener un aeropuerto al lado y pagamos un precio suficientemente alto. El president Carlos Mazón habla de desarrollo. ¿Desarrollo de quién? Desde luego no de los municipios que estamos junto al aeropuerto», sentenciaba.

Desde Manises la posición es la misma y rechazan la ampliación del aeropuerto que ocupa su localidad. «Cuanto más crezca el aeropuerto, más externalizaciones negativas sufrirá la población de Manises: más contaminación, más ruido y menos oportunidades de crecimiento económico«, explicaba su alcalde, Javier Mansilla.

Asimismo, el socialista considera que la ampliación supondría «sacrificar la salud y el bienestar de la ciudadanía de Manises y de las localidades colindantes». Por ello, pide «actuar con prudencia y esperar a conocer el tipo de inversión incluida en el plan 2027-2031 de Aena».

Además, alega que «no existe espacio real para ninguna ampliación«. Según ha resaltado, las instalaciones actuales ya ocupan el 17,76% de todo el término municipal por lo que pide que se reubique en una localización alejada de núcleos urbanos.

XIRIVELLA, EL MÁS AFECTADO POR LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA

Por otra parte, está el caso concreto de la localidad de Xiriviella, el municipio más afectado por la huella acústica (un 40% de la zona residencial). A diferencia de los ayuntamientos mencionados, Xirivella se caracteriza por ser del mismo partido que el ejecutivo de la Generalitat aunque se ha mostrado en contra de la decisión de Mazón de ampliar el aeropuerto.

El consistorio local ha logrado aunar a todos los partidos de Xirivella en una misma voz y mostrar su rechazo a la expansión de la infraestructura aérea con la aprobación de una moción conjunta que frene la ampliación.

Según los datos de Aena relativos a 2023, el pasado año el aeropuerto registró un total de 81.000 movimientos aéreos entre despegues y aterrizajes lo que tiene una repercusión directa en la contaminación acústica.

«En Xirivella padecemos un nivel de contaminación acústica muy elevada provocada por todas las infraestructuras que rodean nuestro municipio como son la V30, la A3, la vía del ferrocarril y el aeropuerto de Manises, infraestructuras todas ellas que afectan negativamente a la calidad de vida de la población de Xirivella», explican desde el Ayuntamiento.

Por todo ello, consideran que la ampliación del aeropuerto de Valencia «no es sostenible». Además, alegan que «aumentaría huella de carbono y contribuiría al cambio climático» por lo que piden a Aena que busque alternativas que no perjudiquen a los vecinos ni el medio ambiente.

ALDAIA RECLAMA INFORMACIÓN A AENA

Finalmente, el Ayuntamiento de Aldaia también se ha sumado a rechazar el crecimiento del aeropuerto valenciano y es que su Barrio del Cristo también es de los más afectados por la contaminación acústica.

Al igual que los municipios vecinos, reclaman una búsqueda de alternativas que beneficie el crecimiento económico de la provincia pero sin perjudicar a las localidades más próximas a la infraestructura.

Desde Aldaia abogan por la construcción de un segundo aeropuerto más extenso que se aleje de los núcleos urbanos. No obstante, piden que sea Aena quien aporte mayor información sobre el proyecto de expansión del aeropuerto de Valencia.

Su alcalde, Guillermo Luján, ha reclamado diálogo entre Aena y los municipios que se verían afectados por el crecimiento del aeropuerto. El edil exige que se atienda a los municipios afectados a la vez que se aclare cuál es la dimensión del proyecto, cuáles serían sus efectos en los territorios más próximos y cómo se podrían paliar en caso de una expansión que estuviese reflejado en el DORA 2027-2031.