València se podría quedar sin los partidos de tenis de la Copa Davis. Esto ocurre después de que se haya anunciado este jueves que Kosmos, la empresa del exfutbolista del Barça Gerard Piqué, deja de gestionar el evento.
Kosmos y las administraciones valencianas firmaron un contrato. En él se acordaba que València sería una de las ciudades escogidas para acoger los partidos de la fase de grupos previa a la final que tiene comprometida Málaga con Kosmos. También podría verse afectada por la ruptura este jueves.
El compromiso con València era de cinco años consecutivos. El pasado mes de septiembre el pabellón de la Font de San Lluís acogió los partidos de la fase final. Con el equipo español de tenis como protagonista.
Otra consecuencia de esta ruptura es la celebración de la final en Valencia. Existía la posibilidad de que València recoja el testigo de Málaga en la celebración de las finales una vez entre en funcionamiento el pabellón Roig Arena. Una posibilidad que Kosmos veía con muy buenos ojos. Pero puede desvanecerse quedando Kosmos fuera de la Davis.
RUPTURA ENTRE KOSMOS -EMPRESA DE PIQUÉ- E ITF
Kosmos ha dado por concluido su contrato de explotación de la Copa Davis. El proyecto estrella con el que nació. El punto de inflexión para tomar esta decisión ha sido la negativa de la Federación Internacional de Tenis (ITF) a renegociar los 40 millones de euros que la empresa se había comprometido a pagar por cada una de las ediciones.
La compañía quería negociar el pago de los 40 millones. Puesto que considera que no se estaban cumpliendo las expectativas del negocio. El compromiso era invertir 3.000 millones de dólares en 25 años. Pero no quedaba margen para la reinversión del producto. Durante la pandemia, la federación de tenis sí se abrió a negociar esta tasa, con rebajas de 10,2 millones en 2020 y 19,7 millones en 2021. El año pasado volvió a cobrar el precio estipulado por contrato.
La idea inicial de Kosmos era celebrar la fase final de la Copa Davis en una única sede. Formato que se utilizó desde 2019. Pero en la última edición decidió celebrar la competición en varias ciudades para conseguir aumentar sus ingresos. De esta manera, gracias al modelo multisede, el holding de Gerard Piqué logró facturar 20 millones de euros, una cantidad que apenas alcanzaba a cubrir la mitad del canon de 40 millones exigido por la federación de tenis.
