En numerosas ocasiones realizamos acciones por tradición y popularidad sin conocer el origen de estas como por ejemplo el motivo por el que comemos uvas durante las doce campanadas de Nochevieja o por qué cantamos villancicos durante los días de Navidad.
Todo arrancó en la Edad Media un período donde los integrantes de las villas, de aquí la procedencia del nombre de estas músicas navideñas, cantaban diferentes canciones en las que se narraban los acontecimientos más importantes que sucedían en los pueblos.
Dado que estos temas resultaban ser bastante alegres y agradaban a la gente, la Iglesia decidió adaptar estas canciones para predicar el Evangelio de una manera más amena y divertida y llegar así a todos los feligreses de entonces.