Los cambios en la calle Colón dan lugar a un monumental atasco cada día. El acceso por la glorieta de Porta de la Mar es solo para autobuses y taxis, no para vehículos privados. Estos cambios dan lugar a piruetas de los coches para acceder a esta céntrica calle. Pero los vehículos que consiguen acceder por las calles adyacentes quedan atrapados con largas colas para seguir adelante.
Los sonidos de los claxons de los coches se multiplican cada día ante cada monumental atasco en esta zona de la ciudad. La remodelación de la calle Colón tras el confinamiento dejan un carril bus doble que mantiene el sentido habitual y un tramo con carril en sentido contrario. Este último va desde la calle Conde Salvatierra de salida hacia Porta de la Mar.
En el resto de la vía solo hay un carril junto a los dos reservados para bus y taxi. Desde la Glorieta ya se aprecia el movimiento dudoso de muchos coches. Esta zona de la ciudad se ha convertido en un tapón difícil de gestionar.
En conclusión, la polémica viene porque el vehículo privado pasa de tener dos carriles a uno en esta vía. Por la calle Colón pasan nueve líneas de autobuses frente a las cinco que lo hacían antes. Los autobuses que pasan por esta calle han aumentado de 500 a 800 diarios.