Como reconocimiento a todos los panaderos y pasteleros valencianos por mantener viva esta tradición tan nuestra, el Gremio de Panaderos y Pasteleros de València ha celebrado este año la XLI Edición del Concurso de Sant Donis.
Un premio al buen hacer, a la creatividad y la artesanía de los profesionales que en cada edición lo ponen un poco más difícil al Jurado del Concurso. Los premios distinguen a la mejor mocadorà y la mejor decoración de tienda, atendiendo a la calidad, sabor y variedad de estos dulces de mazapán artesanales y, por otra parte, a la composición, diseño y presentación artística de los escaparates.
El nivel de las mocadoràs, todas ellas artesanales y deliciosas, ha sido altísimo en esta edición, tanto por el sabor y forma de los dulces presentados por todos los participantes, como en el diseño y creatividad de los escaparates. El jurado ha podido disfrutar de un festival de color, sabor, diseño e ingenio. Y aunque no ha sido fácil, han destacado y sido premiados los siguientes artesanos y establecimientos:
Los ganadores a la Mejor Mocadorà son:
- PASTELERÍA GALÁN. Av. Corts Valencianas, 92, Albal.
- DAVID ESTEVE PASTISSERIA. Cl Burriana, 17, Valencia.
- FORN LLATZER. Cl Aparicio Albiñana, 5, Valencia
En el apartado Mejor ornamentación comercial, los ganadores son:
- PASTELERÍA GALÁN. Av. Corts Valencianas, 92, Albal.
- DAVID ESTEVE PASTISSERIA. Cl Burriana, 17, Valencia.
- LA TAHONA DEL ABUELO. Cl Conde de Alacuás, 1, Valencia
HISTORIA DE LA MOCADORÀ
Los panaderos y pasteleros valencianos vuelven a sorprender con sus mocadoràs y sus tiendas para celebrar el 9 de octubre, día de Sant Donis. Los enamorados valencianos podrán regalarse los mejores dulces de mazapán tradicionales para demostrar su amor y, cómo no, deleitar sus paladares con estas obras de arte reflejo de la profesionalidad y creatividad de nuestros artesanos valencianos.
Una tradición que se remonta al siglo XIII y que tiene su origen en la llegada de los Decretos de Nueva Planta que se implantaron tras la Guerra de Sucesión, que supusieron la prohibición a los valencianos de celebrar la entrada de Jaume I a València el día 9 de octubre.
Hasta ese momento, se conmemoraba ese día lanzando miles de petardos o cohetes en València. Así que, en su lugar, los confiteros valencianos decidieron hacer dulces con la forma de los petardos que tenían prohibido lanzar. Así surgieron los sabrosos “piulets” y “tronadors” artesanales, en referencia a dos de los petardos más populares.
La creatividad los llevó más allá, elaborando también dulces de mazapán con forma de frutas y hortalizas como homenaje a la fertilidad de las huertas valencianas. También era un guiño a la costumbre que tenían los moros de regalar hortalizas a la esposa de Jaume I, doña Violante de Hungría.
De esta forma tan deliciosa, se instauró como costumbre la elaboración de estos mazapanes que los hombres regalaban a sus amadas, envueltos en un pañuelo. Costumbre y tradición que se ha mantenido hasta nuestros días como celebración de Sant Donis, Patrón de los enamorados valencianos, que coincide con el 9 de octubre.