La Policía italiana está tomando todas las medidas para que no exista ningún tipo de fraude ante las necesidades de muchos ciudadanos por el coronavirus. La Guardia de Finanzas italiana ha detenido a 20 personas que intentaban lucrarse vendiendo mascarillas durante el brote de coronavirus.
Las mascarillas las estaban poniendo a la venta por internet por precios superiores a los 5.000 euros y bajo la premisa de ofrecer una «protección total», algo que no es cierto. La Guardia ha informado en un comunicado que los imputados se arriesgan a una pena de cárcel de dos años.
Las autoridades se han incautado de miles de productos, incluidos mascarillas, purificadores de aire y fundas de inodoro. «Todos estos artículos son efectivos pero no garantizan una protección local», ha señalado la Guardia de Finanzas en su nota.
El brote del nuevo coronavirus originado en la ciudad china de Wuhan ha dejado un balance de catorce muertos y 528 personas contagiadas en Italia, según el último balance confirmado por el comisionado extraordinario para la emergencia, Angelo Borrelli.