La presencia de Maribel Vilaplana en la escena pública ha dado un giro inesperado. La comunicadora, hasta ahora vinculada al ámbito institucional y la docencia en comunicación, ha pasado esta semana de los titulares judiciales a las portadas de las revistas del corazón, tras convertirse en un rostro clave del caso que investiga la gestión política de la DANA del 29 de octubre de 2024.
Vilaplana reapareció el lunes en los juzgados de Catarroja entre una enorme expectación mediática, apenas 48 horas después de haber sido ingresada por una crisis de ansiedad. Su declaración, centrada en la polémica comida que mantuvo con el entonces president Carlos Mazón el día de la tragedia, cuando murieron más de 229 personas en la Comunitat Valenciana, copó la atención informativa.
La periodista llegó visiblemente afectada y guardó silencio ante las preguntas de la prensa, mientras familiares de víctimas le pedían que “contara la verdad”. En su testimonio, explicó que no vio el vídeo de las inundaciones que supuestamente habría mostrado a Mazón y aseguró que la conversación del almuerzo se centró en cuestiones profesionales, no en la emergencia meteorológica.
De la sección de política a las páginas del corazón
En paralelo, a la misma hora, Carlos Mazón anunciaba su dimisión como president en Valencia, un gesto que ha intensificado la atención mediática sobre la figura de Vilaplana. Desde entonces, su imagen ha dado el salto de las páginas políticas a los kioscos, donde las revistas del corazón como ‘Lecturas‘ destacan su impacto emocional, su vida personal y el entorno que la acompaña en este momento de presión pública.
La investigación judicial sigue su curso y el papel de Vilaplana, convertida inesperadamente en personaje de actualidad social, continúa siendo determinante para reconstruir la cronología de las decisiones institucionales durante las horas críticas de la DANA. Su aparición en las publicaciones del corazón confirma la dimensión humana y mediática que ha adquirido un caso que comenzó estrictamente en el terreno político y judicial.
