Según el antropólogo George Peter Murdock, sólo hay dos palabras en el mundo que son iguales o muy similares para la gran mayoría de las lenguas: «papá» y «mamá». Estos vocablos son además las primeras palabras que aprenden los seres humanos durante sus primeros años de vida. Asimismo, el valor y significado de estos términos es tal que cuentan con un día propio para su celebración como este domingo 2 de mayo: Día de la Madre.
Sin embargo, no todos los niños pueden festejar esta jornada. Según los últimos datos del Ministerio de Derechos Sociales, solo en la Comunitat Valenciana hay cerca de 4.000 niños que deben residir en centros de menores a la espera de una familia. Esa soledad lleva a muchos pequeños enfermos a permanecer en hospitales sin la compañía de un adulto que les arrope y les llene de cariño en un momento delicado de su vida.
Evitar esa soledad es el detonante que propició la formación del proyecto valenciano ‘Mamás en acción’. Majo Gimeno es la madre de esta iniciativa que trabaja día a día en conseguir que ningún niño esté solo. Su labor lleva activa cerca de una década, un tiempo en el que Majo ha aprendido a compaginar su papel como mamá de dos niños con un trabajo gracias al cual ha ayudado a más de 200 menores.
A día de hoy, Gimeno se encuentra en la lista Forbes de «Las Otras 100 Mayores Fortunas de España», un ranking donde no se destaca por el dinero acumulado sino por lo que se aporta a los demás. Por ‘Mamás en acción’ ya han pasado 2.500 voluntarios, dos millares de mamás y papás que han sumado más de 20.000 horas de acompañamiento en hospitales de Valencia, Madrid y Murcia.
Vamos al origen, ¿cómo nació ‘Mamás en acción’?
‘Mamás en acción’ nació en el 2013 cuando me encontré con un niño que estaba enfermo y solo. Decidí ofrecerme como voluntaria para acompañarle y contribuir. Me dijeron que a título personal no podía y pregunté a qué colectivo debía apuntarme para ayudarle desde ahí. Me respondieron que no había ninguno y que por eso el niño estaba solo.
¿Recuerda cómo fueron esos inicios?
Los inicios fueron duros. Después de superar los trámites burocráticos, llegamos al hospital diciendo que ya éramos una organización pero la siguiente barrera fue que no teníamos ninguna reputación. No teníamos a nadie que dijera que trabajábamos bien, por eso detrás de una barrera venía otra.
Hoy en día agradecemos que sea así porque realmente hay que proteger muy bien a los menores. En aquel momento no lo entendía, lo único que quería era ayudar y no me dejaban.
¿Costó sumar voluntarios al equipo?
Sumar voluntarios nunca nos ha resultado difícil, no sé por qué. Desde el día uno hemos tenido más voluntarios de los que hemos necesitado, lo cual es una maravilla. Arrancamos un grupo de amigas y ellas empezaron a contar en su entorno lo que hacían, poco a poco éramos ya más del doble. Se fueron uniendo también compañeros del trabajo.
Los voluntarios compartían lo que hacían en las redes sociales y la gente empezó a escribirnos directamente desde sus perfiles. Hoy sigue siendo una maravilla y un regalo tener una comunidad maravillosa, muy grande y muy diversa. Gracias a Dios, manos no nos faltan.
A usted el compromiso social ya le venía de antes, de sus padres.
Sí, es algo que me han inculcado desde pequeña. Cuando yo era adolescente, mis padres acogieron a dos niños que se convirtieron en mis hermanos. Ellos me enseñaron que no todos los hijos nacen de la barriga, también del corazón.
¿Cómo se puede inculcar estos valores a los niños? ¿Qué fórmula usa en casa?
La verdad que no sabría decirte cómo transmito mis valores a mis hijos porque no lo hago de forma consciente. Yo creo que todos los niños copian lo que haces y no lo que les dices. Yo sé que mis hijos han nacido normalizando que no todos los niños tienen la suerte de tener unos papás que dan la vida por ellos. Ellos ven que sus padres donan lo más valioso que tienen: su tiempo.
Espero que cuando sean mayores (sus hijos) sigan contribuyendo al ver que en casa es una cosa normal que se integra entre nuestras costumbres y no un esfuerzo que metemos con calzador. Creo que esto es lo más importante para los niños.
¿Cuánto tiempo debe dedicar una mamá en acción?
Para permanecer en nuestra comunidad lo mínimo que hay que hacer es colaborar en dos acciones al año. Hay voluntarios que eso es lo que hacen al mes. Hay quienes hacen dos a la semana. Cada uno ofrece su tiempo y su disponibilidad. La cuota que pagas en ‘Mamás en acción’ no es económica sino de compromiso y es de mínimo dos acciones al año.
Usted al ser la cabeza de ‘Mamás en acción’ tendrá mayor responsabilidad, ¿cómo se hace para ser mamá en casa, empresaria en la oficina y voluntaria en el hospital?
En ‘Mamás en acción’ tenemos una norma interna que dice que los que son papás y mamás, primero en casa y después con nosotros. No tienen ningún sentido que dejes a tus hijos cuando más te necesitan por irte al hospital. Primero son nuestros hijos y después, por supuesto, ejercer de papás y mamás en acción.
En mi caso, lo compagino como puedo. Siempre intento ponerme los turnos de hospital por la noche porque por el día me resulta más complicado. Cuando este horario no puede ser, los pongo por la mañana o por las tardes. Para mí es muy importante no desconectarme y cada cierto tiempo seguir haciendo las acciones de voluntariado.
Hoy es el Día de la Madre, ¿por qué diría que es tan importante dar cariño a los niños?
Dar calor a los niños nace de nuestra esencia, de cuidar y de acompañar en situaciones tan delicadas como estar enfermo y estar solo. No solo lo dice ‘Mamás en acción’ sino que también lo dicen los pediatras y psiquiatras infantiles, quienes en 2018 realizaron un estudio del impacto de ‘Mamás en acción’.
Estos especialistas afirmaron como evidencia científica que los niños que acompañamos se recuperan antes y que los niños han sido víctimas de maltratos no desarrollan patrones agresivos. La ciencia confirma que dar cariño a los niños no es una opción sino una necesidad para su desarrollo como persona humana, al mismo nivel que alimentarlos. Hay que nutrirlos emocionalmente para que su desarrollo sea óptimo.
¿Qué mensaje le lanzaría a todas aquellas personas que dudan en sumarse al equipo de ‘Mamás en acción’?
A mi me gustaría que en el Día de la Madre hiciéramos el ejercicio de pensar en los que no pueden vivir con ella cada día, en los que crecen en residencias infantiles y no en hogares como nosotros. Me gustaría que fuera un día en el que se diera visibilidad a estos niños. Llamar a la sociedad a que se informe sobre el acogimiento familiar porque sus ciudades están llenas de niños que necesitan una familia en la que crecer. Estos niños viven en sus barrios, viven más cerca de lo que la gente cree. El acogimiento familiar es la alternativa que estos niños necesitan y la opción para contribuir a crear a los adultos del mañana. No cuesta tanto hacer del mundo un sitio mejor.