La ciudad de Valencia quiere proteger los edificios del siglo XX más destacados de la ciudad. Incluye la Casa Judía, de Joan Guardiola; el antiguo Cine Capitol, de Joaquín Riera o la sede del Banco de València, de Javier Goerlich.

La cuesta de enero más dura de los últimos años asfixia a los valencianos
Edificio del Banco de Valencia en la calle de las Barcas. / Aarongonetravel.com

La mítica Finca de Hierro de Vicente Figuerola y el Muvim, de Guillermo Vázquez Consuegra también se pretenden añadir a esta lista. Otros edificios alejados del centro son la sede de la Caja de Ahorros en Russafa y Obispo Amigó, de Antonio Gómez Davó; el Espai Verd, de Antonio Cortés; el Palau de Congresos, de Norman Foster; o el Edificio Veles e Vents, de David Chipperfield. Estas construcciones no forman parte del Inventario General del Patrimonio Cultural, al no estar catalogados como Bienes de Interés Cultural o como Bien de Relevancia Local.

El Movimiento Moderno se define, entre otras características, por una profunda renovación de la arquitectura. Aporta nuevas técnicas constructivas y la exploración de las posibilidades que ofrecen materiales como el hormigón armado, el acero laminado o el vidrio plano de grandes dimensiones.