Las calles de distintos municipios de la provincia de Valencia y de otras zonas de la Comunitat Valenciana se han visto en las últimas horas invadidas por hormigas voladoras, un fenómeno que ha sorprendido a numerosos vecinos tras el temporal de lluvias registrado durante las últimas horas.

Estos insectos, que llaman la atención por su tamaño y por la facilidad con la que se cuelan en viviendas y vehículos, se han multiplicado en el día de hoy, apareciendo, especialmente en los coches aparcados en las calles.

Aunque pueda parecer un episodio fuera de lo común, expertos recuerdan que se trata de un proceso natural propio del ciclo vital de las hormigas, conocido como enjambrazón o vuelo nupcial. Durante este proceso, los machos y hembras fértiles abandonan el nido, se aparean en el aire o en el suelo y, tras la cópula, los machos mueren mientras que las hembras pierden las alas y buscan refugio para pasar el invierno. Será en primavera cuando inicien la formación de una nueva colonia.

Un ejemplar en un coche blanco

Relación directa con las condiciones ambientales

La aparición masiva de hormigas voladoras está directamente relacionada con las condiciones ambientales: temperaturas suaves, elevada humedad, ausencia de viento y suelos reblandecidos tras las lluvias. Por ello, no resulta extraño que este fenómeno se produzca de manera más intensa tras episodios de fuertes precipitaciones.

Aunque su aspecto pueda generar cierta alarma, los especialistas insisten en que no representan un riesgo para la salud de las personas, ya que no pican ni transmiten enfermedades. Sin embargo, sí pueden convertirse en una molestia si entran en masa en las viviendas, atraídas por restos de comida, humedad o pequeños refugios en grietas y estructuras.

En cualquier caso, la presencia de estas hormigas debe entenderse como una evidencia más del cambio estacional, y no como una plaga peligrosa. Su ciclo reproductivo es breve, y la mayor parte de los enjambres desaparecen en cuestión de horas.