Llega uno de los fenómenos más esperados por los amantes de la astronomía: la lluvia de estrellas leónidas. Si quieres disfrutar de este fenómeno, te contamos cómo y dónde hacerlo.
Las leónidas son una lluvia de meteoros que se produce cada año entre el 6 y el 30 de noviembre, alcanzando un máximo de intensidad cada 33 años.
El color de estos meteoros es generalmente rojizo, son muy rápidos, ya que la Tierra los encuentra de frente, y con frecuencia dejan tras sí una estela de color verde que persiste durante unos pocos segundos. Su distribución a lo largo de la órbita no es uniforme, por cuanto están concentrados en un enjambre más denso que ha dado lugar a las grandes lluvias de estrellas.
La Luna dificultará este año su visibilidad de las Leónidas, cuyo máximo será en la noche del 16 al 17 de noviembre.
Según destaca el Instituto Geográfico Nacional (IGN) del Ministerio de Fomento, dado que el plenilunio (fase lunar que sucede cuando la Tierra se sitúa entre el Sol y la Luna) tendrá lugar el 12 de noviembre, «las condiciones de observación no serán buenas». Por ello, el IGN subraya que «el mejor momento para la observación debería ser la primera parte de la noche, antes de que salga la Luna».
Ante este fenómeno astronómico, el IGN recuerda que el lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Pero es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (montañas, playas o edificios altos sin mucha luz), y no utilizar instrumentos ópticos que limiten el campo de visión.
«Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza antes de su ocaso. Lo más cómodo es sentarse o tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad», indica el IGN.
En la ciudad de València, los mejores lugares para apreciar estos fenómenos son las Playas de la Malvarrosa y del Saler o el Parque de Cabecera. En la provincia, los sitios ideales son el Parque Natural de la Albufera y la Sierra de las Águilas.
En Alicante, a pesar de la contaminación lumínica, se encuentra el Cabo la Huerta,y los pueblos montañosos de la Sierra de Aitana, donde la observación es total debido a su altura.
En Castellón encontramos la Sierra Calderona y la Sierra de Espadán, un parque de inmensa riqueza cultural e histórica.