Las primeras piezas de la falla del Ayuntamiento llegan a la plaza consistorial bajo el lema “Fauna fallera”. Los artistas Alejandro Santaeulalia y Vicente Llàcer proponen un monumento “divertido y satírico. Vuelven al origen de la esencia de las fallas que es el humor”. Plantean una jungla en la que todos los personajes son animales humanizados, como fórmula para parodiar.

En centro de la composición presenta a una familia de felinos falleros que se prepara para la ofrenda. Y, sobre ellos, un enorme buey que toca la dolçaina mientras las falleras de distintos plumajes esperan pacientes su turno. Acompañando al buey dolçainer, hay un gran hipopótamo al tabalet. Y en el lado opuesto de la composición, una cocodrila buñolera ofrece sus delicias. Debajo de ésta, un pirotécnico representado como un perezoso, prende la mascletà.

Rematan el conjunto dos mandriles: uno de ellos representa al inspirado artista que se deja un pedazo de alma en cada una de sus creaciones, y el otro representa al presidente de la falla que agita al aire el codiciado ‘palet’ de primer premio para su comisión. En cuanto a los bajos, añaden los autores del proyecto, tratan en clave de humor no solo aspectos directamente relacionados con el mundo fallero, sino de lo que vive la ciudadanía estos días de fiesta, se pertenezca o no a alguna comisión fallera. En esta área, el turismo, las fiestas en los casales y los personajes claves de la fiesta serán protagonistas.

El monumento, que sumará a la fauna un total de 135 ninots en 7 escenas, tendrá una altura de 20 metros, y una superficie en planta de 13×10 metros. Se utilizarán materiales diversos en la construcción, especialmente madera y cartón, y neops o similar (poliestireno expandido sostenible, de origen vegetal)