Llega a España una nube de dióxido de azufre procedente del volcán de Islandia Sundhnúksgígar, en el extremo suroeste de la isla. Así lo informa el el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF). Tiene una fisura de 3,9 kilómetros de longitud en una zona volcánica que estaba inactiva durante 800 años.
Podemos estar tranquilos ya que las concentraciones terrestres de esta nube de gas son modestas y no representan un peligro real para la salud: solo es posible que se perciba un ligero olor a azufre.
Las corrientes de aire están desplazando la nube de este gas tóxico e incoloro hacia el sur de Europa. Anteayer llegó a Reino Unido, Francia y ya se acerca al norte de la Península ibérica. Esta previsto que las partículas de SO2 cubran toda la península hoy por la tarde y luego se diluirán en la atmósfera con el paso de los días.
Los síntomas más comunes son dolor de garganta, tos, secreción nasal, ardor en los ojos, pulmones apretados y dificultad para respirar. El dióxido de azufre sí se percibe con el olfato, tiene olor acre e irritante, como a huevo podrido. Puede causar irritación en los ojos y en las vías respiratorias. Si entra en contacto con la piel puede provocar enrojecimiento y ampollas.