Foto: Archidiócesis de Valencia

La parroquia Asunción de Nuestra Señora de Lliria se convierte en Basílica, según ha anunciado la Santa Sede. Un acontecimiento histórico para la localidad cuyos orígenes se remontan al siglo XIII.

El templo de Lliria es el tercero más grande de la provincia después de la Catedral de Valencia y la Colegiata de Xàtiva. Esta mañana las campanas de la ciudad han volteado a “gran solemnidad”.

La iglesia de Asunción de Nuestra Señora pasa a ser la octava Basílica de la diócesis después de la Basílica de la Virgen de los Desamparados; la Basílica de San Vicente Ferrer; la iglesia Catedral-Basílica Metropolitana de la Asunción de Nuestra Señora de Valencia; la Basílica parroquial de San Jaime Apóstol de Algemesí, la iglesia colegial Basílica Santa María de Xàtiva; la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, en Valencia; y la Basílica de Benissa, concedida a la parroquia Purísima Concepción y San Pedro Apóstol.

La construcción del templo actual es del siglo XVII: “excavaron parte de la montaña para edificarlo”. Se construyó entre los años 1627 y 1676, aunque su fachada con esculturas no fue terminada hasta el año 1704. Se trata de una iglesia barroca que sigue el espíritu de la Contrarreforma.

Del templo, destaca el crucero, el presbiterio y la cúpula con tambor octogonal que descansa sobre pechinas. Allí se conserva el mausoleo de los duques de Llíria y de Alba, construido en Roma por el escultor José Álvarez.

Posee las reliquias del Beato Juan Bautista Faubel Cano, mártir feligrés de esta parroquia y también el antiguo baldaquino de la S. I. Catedral de Valencia. Igualmente, en su interior conserva el Stmo. Cristo de la Sangre, de fuerte devoción para los llirianos.