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La inteligencia artificial mejorará el diagnóstico del cáncer de mama. El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha avanzado que “la Conselleria de Sanidad implantará desde el mes de septiembre un nuevo sistema de lectura de imágenes a través de Inteligencia Artificial (IA) que se aplicará en mamografías para colaborar el en diagnóstico y agilizar los tiempos del proceso”.

El jefe del Consell ha puesto en valor el uso de esta tecnología por “su capacidad para analizar imágenes médicas, procesar datos multimodales y ofrecer apoyo en la toma de decisiones clínicas ha mejorado la exactitud, velocidad y eficiencia de los diagnósticos médicos”

Mazón ha explicado que “gracias a este nuevo sistema se conseguirá una mayor precisión en la lectura de las imágenes, lo que supone, además de una mejora de los diagnósticos, priorizar los casos de sospecha y reducir el tiempo de acceso a los tratamientos”.

Asimismo, ha destacado que “una de nuestras prioridades es aplicar estas nuevas tecnologías en la lucha contra el cáncer, nuestro principal enemigo”. Así, este nuevo sistema de lectura con inteligencia artificial se va a aplicar inicialmente en cuatro Unidades de Prevención de Cáncer de Mama (UPCM), de manera que se pueda llevar a cabo una evaluación del proceso para implantarlo, a partir de diciembre, en todas las UPCM de la Comunitat Valenciana.

En concreto, este proyecto piloto se instalará en el Hospital Clínico y el Hospital de La Fe en València, el centro hospitalario Doctor Balmis de Alicante, y en el Hospital General de Castellón

La lectura de las mamografías con IA va a permitir estratificar las imágenes en aquellas con resultado negativo, sospecha intermedia o sospecha alta de posible cáncer de mama. Esta clasificación se realiza en un periodo de tiempo muy breve, de manera que la mujer recibirá el resultado de la prueba con mayor celeridad, y se facilitará en los casos de sospecha de cáncer de mama, el acceso a las pruebas complementarias y en su caso al tratamiento sea más rápido.

Además, va a suponer una reducción en un 40% de la carga asistencial en las UPCM y los servicios de radiología, ya que los profesionales se centrarán en los casos en los que se detecta una sospecha. Además, permitirá cumplir con la finalidad del programa de cribado de cáncer de mama y que las mujeres se puedan realizar una mamografía cada dos años, tal y como establece el protocolo.